Los voluminosos: un problema ambiental silenciado
Cada año, toneladas de sofás, colchones, muebles rotos o sillas viejas acaban en las calles y puntos de recogida de nuestras ciudades.
Los denominamos «voluminosos» por su medida, pero también por su impacto: son difíciles de gestionar, costosos de tratar y a menudo difíciles de reutilizar.
Muchos de estos objetos, a pesar de estar parcialmente en buen estado, no llegan nunca a tener una segunda vida. Esto comporta un desperdicio de materiales, de energía y de valor. Ante este reto, Andròmines conjuntamente con otras entidades sociales, decidimos que hay que actuar.
Según la Agencia de Residuos de Cataluña, en 2023 se generaron aproximadamente 1,45 millones de toneladas de residuos municipales, de los cuales unas 276.255,38 toneladas fueron voluminosos y madera recogidos de manera selectiva. En el área metropolitana existe la Planta de voluminosos de Gavà, en funcionamiento desde el 2004, que trata 63.000 toneladas de residuos voluminosos y madera al año, separándolos por materiales (madera, metal, plásticos…) y enviándolos a reciclaje.
En los últimos años el consumo y evolución de los residuos voluminosos ha ido creciendo y no hemos aplicado, como sociedad, políticas que promuevan la prevención o la reutilización de este tipo de residuo.
Residuos complejos
Los residuos voluminosos, como por ejemplo sofás, muebles, colchones o grandes enseres, se caracterizan por una gran heterogeneidad de materiales. Esta diversidad los hace especialmente difíciles de gestionar correctamente dentro del circuito convencional de reciclaje. A menudo, estos objetos combinan componentes como:
- Madera maciza o aglomerada.
- Metales varios (hierro, aluminio, acero).
- Espumas de poliuretano.
- Muelles metálicos.
- Plásticos duros y blandos.
- Textiles y cintas elásticas.
- Recubrimientos sintéticos (polipiel, PVC, etc.).
- Vidrio y en algunos casos, elementos electrónicos.
Por ejemplo, un sofá puede contener hasta siete u ocho fracciones diferenciadas, todas adheridas con grapas, caracoles, cola o textiles encolados; hecho que complica enormemente el desguace y la separación manual de materiales para su reciclaje. El proceso es laborioso, costoso, y es importante disponer de instalaciones y de personal formado para llevarlo a cabo de forma eficiente.
A consecuencia de esto, una gran parte de estos residuos acaban derivándose a la fracción restante, es decir, a tratamiento finalista, como por ejemplo vertedero o incineración, sin pasar por ningún proceso de valorización material ni de preparación para la reutilización.
Este escenario representa una pérdida de oportunidades ambientales y sociales:
- No se recuperan recursos valiosos.
- Se genera una huella ambiental innecesaria.
- Se obvian las posibilidades de dar una segunda vida a muchos de estos objetos, a menudo en buen estado o reparables.
Por eso, es fundamental mejorar la recogida separada de voluminosos y potenciar infraestructuras que permitan una clasificación cuidadosa y una preparación para la reutilización efectiva. Tan solo con una gestión específica y especializada podremos convertir este reto en una oportunidad para la economía circular, la inclusión social y la sostenibilidad ambiental.
Una respuesta colectiva: innovación y colaboración
Durante este año, Andròmines ha participado en un proyecto colectivo junto con otras entidades de AERESS para dar respuesta a este reto ambiental.
El proyecto ha incluido:
- Diagnóstico compartido sobre el flujo de voluminosos.
- Pruebas de reutilización y de upcycling.
- Desarrollo de actividades de sensibilización ciudadana.
- Estudios de viabilidad para sistemas de recogida más eficientes.
Reutilizar es transformar: Upcycling de voluminosos
La reutilización no es solo una opción sostenible, es una manera de pensar y de hacer. En Andròmines hemos querido ir un paso más allá: aprovechar voluminosos para crear nuevos productos de alto valor añadido.
Como parte de este proyecto, hemos desarrollado dos pruebas piloto de upcycling con materiales recuperados:
- Prototipo 1: Mesa modular fabricada con restos de madera de muebles recogidos al servicio de voluminosos, combinado con piezas de plástico reciclado inyectado.
- Prototipo 2: Mesa auxiliar con materiales recuperados y tratados en Andròmines.
Ambos diseños han sido realizados gracias a la colaboración de alumnos de ELISAVA y Andròmines.
Estas pruebas nos abren la puerta a una nueva línea de reutilización funcional, que conecta sostenibilidad, diseño e inclusión social.
Por qué es clave fomentar la reutilización de voluminosos?
- Reducimos el volumen de residuos a gestionar y abaratamos costes públicos.
- Evitamos la extracción de nuevos recursos naturales.
- Generamos puestos de trabajo inclusivos en la preparación y transformación de los materiales.
- Favorecemos el acceso a productos de calidad a precio asequible.
Próximos pasos
Con estos prototipos, Andròmines abre una nueva etapa de trabajo en el sector de los voluminosos. Continuaremos explorando modelos de recogida selectiva, transformación con criterios de diseño circular y colaboración con empresas e instituciones comprometidas.
Llamamiento a la acción
Si tú también crees que lo que denominamos «residuo» puede ser una oportunidad, únete al cambio. Consulta más proyectos de reutilización en www.andromines.net y sigue nuestras redes para conocer las novedades de esta línea de acción.
El proyecto “De vuelta a casa” ha sido posible gracias al apoyo del Plan Integral de Impulso a la Economía Social para la generación de un tejido económico, inclusivo y sostenible, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para el año 2025 del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
