Anteproyecto de ley de residuos y recursos de Cataluña, una oportunidad de futuro
La actual subida mundial de precios tiene que ver con acontecimientos concretos, como la guerra en Ucrania o el corte en las cadenas de suministros protagonizadas por China. Este modelo de consumo actual, además de tener una fuerte dependencia con acontecimientos que suceden en otros territorios, también provoca graves injusticias ambientales, económicas y sociales dentro y fuera de Cataluña. Además, implica el agotamiento de los recursos naturales disponibles por nuestras generaciones futuras.
Para atenuar esta problemática, la Comisión Europea trabaja para impulsar la economía circular para el año 2050, con normativa y acciones concretas en sectores estratégicos como la energía, la producción de alimentos o los residuos.
Por ahora, Cataluña no cumple algunos puntos de las directivas europeas actuales, como el objetivo de recogida selectiva y de gestión de residuos establecido a la Directiva 2018/851 del Parlamento Europeo y Consejo. Estos objetivos también se han trabajado en diferentes leyes impulsadas por el Parlamento de Cataluña y, actualmente, ha entrado a debate el Anteproyecto de Ley de residuos y recursos.
Es posible vivir en Cataluña sin que nos afecte la escala de inflación de precios?
Esta nueva ley comporta una gran oportunidad para conseguir una transición ecosocial, donde se ponga en el centro la protección del medio ambiente, la salud de las personas y la disminución de la pobreza de la sociedad.
Cataluña tiene la oportunidad de ser un territorio alineado con otras zonas europeas, que ya aplican normativas similar y que también apueste por cadenas de suministro cortas, atenuando el efecto que puedan tener otros acontecimientos futuros en nuestra economía.
¿Qué nos gusta del anteproyecto de ley?
La ley apuesta para reducir la dependencia de los recursos importados otros países, apostando por el uso eficiente y circular de los recursos propios y ajenos. Poner en el centro la salud de las personas, con el objetivo de reducir la vulnerabilidad de la población y del medio ambiente ante los impactos adversos del cambio climático. Se propone la aplicación de exenciones y tasas reducidas a personas o unidades familiares en riesgo de pobreza o de exclusión social (así como entidades). Pero también contempla la reducción de tasas cuando se realicen acciones de compostaje, de prevención o de preparación para la reutilización.
Además sugiere romper con la cultura desechable con la prohibición de diferentes plásticos, luchando contra el sobreembalaje, y propone un impuesto que grabará productos específicos no reutilizables (sin importar el tipo de material).
Se continúa impulsando la jerarquía de residuos donde se prioriza la prevención, seguidas de la reutilización, el reciclaje y la valorización. Se introduce el análisis de ciclo de vida y la huella de carbono para garantizar el mejor tratamiento de los residuos. Además, la ley especifica que la deposición y la incineración son formas no válidas de gestión de residuos, y que hay que minimizarlas.
Los objetivos de prevención de residuos
El objetivo prioritario es prevenir la generación de residuos. La finalidad de la futura ley es llegar en 2035 con una reducción del 25% respecto al año 2010.
Se sugieren objetivos específicos por algunas fracciones, como el textil (reducción del 25% por el año 2030 respecto al 2019), las toallitas húmedas, los pañales y los productos menstruales desechables (un 60% por el año 2030). Hay que destacar que, en el caso del textil, se recomienda la obligatoriedad de incorporar la venta de ropa de segunda mano a los establecimientos más grandes de 1.200 m², fomentando de manera decidida la reutilización como prioridad a grandes superficies.
La reutilización, volvemos al siglo pasado?
La reutilización de envases de bebidas en Cataluña continúa funcionando en el canal HORECA. Todo que en los últimos años ha disminuido el % de envases reutilizados, se incorporan objetivos nuevos de reutilización por los envases de cervezas, bebidas refrescantes, aguas envasadas, vinos, cavas y espumosos. El informe Cataluña hacia el Residuo Cero elaborado por Rezero indica que en 20 años la cuota de envases reutilizables ha caído un 16%.
La situación por el canal doméstico todavía es peor. Actualmente, costa encontrar establecimientos con la opción de devolver los envases por su reutilización, pero esta situación tendrá que cambiar mucho si se quieren conseguir los propósitos de la ley de un 60% por el año 2030. Los mayores de 40 todavía recordarán como este sistema de retorno era muy habitual a finales del siglo pasado.
También se proponen, entre otros, objetivos de reutilización por envases de comer y bebidas, envases empleados al comercio electrónico y objetivos de preparación para la reutilización y reciclaje de residuos municipales. Además, las empresas que generen más de 10 toneladas anuales de RAEE tendrán que destinar una persona gestora de Preparación para la reutilización.
Una declaración de intenciones
El nuevo marco legal quiere poner énfasis en la jerarquía de residuos. La Agencia de Residuos de Cataluña, entidad pública que ha liderado la propuesta de Anteproyecto, pasará a denominarse la Agencia de la Economía Circular, eliminando la palabra «residuos» de su nombre. Pero más relevante es que el anteproyecto habla de un uso eficiente de los recursos, con la finalidad, entre otros, de financiar medidas que faciliten una transición hacia una economía circular y baja en carbono.
También se quieren introducir conceptos y contenidos sobre prevención y gestión de residuos en el currículum escolar, aspecto que aplaudimos y consideramos de especial relevancia. Desde Andròmines hace años que impulsamos acciones de educación ambiental y, este año, tenemos en marcha el proyecto educativo Generación Reset y talleres de concienciación ambiental de Preciós Plástic.
Pero, es el anteproyecto de ley bastante ambiciosa?
Cuando analizamos la generación de residuos de un país, podemos observar que esta tiene una dependencia muy alta con el crecimiento económico. En general, los países ricos tienen una generación de residuos por persona y día mucho más alta que los países pobres o en vías de desarrollo.
En Cataluña, durante los años de crisis, se afirma una disminución de residuos, que vuelve a aumentar ligeramente cuando la economía empieza a recuperarse. En los últimos años, la crisis de COVID-19 también ha provocado una disminución general de los residuos, por la disminución de la actividad económica y del turismo.
El anteproyecto de ley no tiene en cuenta esta asociación y habrá que ver si las medidas que se aplican son suficiente para disminuir la generación de residuos y se consigue desvincular la generación de residuos con el crecimiento económico. Además, faltan objetivos de prevención por determinadas tipologías de residuos, como los voluminosos o el derroche alimentario, así como otras acciones para limitar productos en sectores específicos (como el sector HORECA).
La reutilización de envases en el canal HORECA y doméstico
La reutilización en el canal HORECA nunca ha dejado de existir por la mayoría de bebidas, pero la situación es muy diferente por los vinos, cavas y espumosos. En Cataluña existen más de 600 bodegas y una producción de 3,1 millones de hectolitros. Aun así la falta de plantas de lavado, la gran variedad de botellas de vino y el poco interés por parte del sector de la distribución hace muy difícil impulsar la reutilización en este sector. Hace falta que la administración se implique para hacer posible la reutilización en el sector vitivinícola, puesto que proyectos como el Rewine, demuestran los beneficios ambientales, sociales y económicos de la reutilización de estos envases.
Existen, por otro lado, proyectos de reutilización de botellas de vino en otros países que funcionan con éxito. El caso de las botellas de la región de Estíria en Austria es un buen modelo a seguir.
De todos modos, en cuanto al canal doméstico, hace falta la complicidad de la administración y una apuesta decidida para impulsar la reutilización de envases en los grandes canales de distribución.
El textil y la fast fashion
Desde el inicio de la década del 2000, la producción de moda se ha duplicado. De media, compramos un 60% más de ropa que hace 15 años. La sobreproducción es solo posible por la dependencia de la industria de las fibras sintéticas, que actualmente representan el 69% de todas las fibras de producción. La moda de fasto fashion, con precios cada vez más bajos, implica fabricar con una calidad más baja sin imponer un estándar mínimo de durabilidad.
Esta realidad hace difícil que se disminuya la generación de residuos textiles un 25% por el año 2030 si no se imponen más medidas al anteproyecto de ley. De hecho, se estima que, en una década, la producción de textil se duplique a la actual producción.
La creación de un SCRAP (Sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor) ayudará a cubrir los costes de recogida y reutilización del material textil, pero habrá que destinar también recursos a fortalecer las entidades y los sistemas actuales de recogida, reutilización y reciclaje.
Se ha de aprovechar para impulsar iniciativas que ya existen y que fomentan la recircularidad de la ropa trabara de su reutilización, como la cooperativa Ropa Amiga y las entidades que forman parte. O proyectos de investigación colectiva como Reimagine Textile a Mataró, o Tejanos por el Clima de Solidança, La Fabric@ y Back To Eco.
Sería interesante incluir también otros medidas como prohibir materiales y productos peligrosos, implantar un eco-diseño para asegurar una duración larga del material o implantar un mínimo de preparación para la reutilización por parte de las empresas.
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos
Durante el tercer trimestre del 2022 está prevista una propuesta de la Comisión Europea sobre el derecho a reparar, que apostará para incentivar a los consumidores a reparar, además de obligaciones a los fabricantes a dar información sobre la reparación de los aparatos. Actualmente, otros países como Francia se han avanzado introduciendo la obligatoriedad por parte de los fabricantes un índice de reparabilidad.
El artículo 38 del anteproyecto se habla de fomentar productos con ecodiseño, evitar la obsolescencia programada y facilitar piezas de repuesto y manuales, pero no se habla como todas estas acciones se materializan.
Desde Andròmines, creemos que la preparación para la reutilización de los aparatos eléctricos y electrónicos todavía es una asignatura pendiente en Cataluña. Faltan centros de Preparación para la Reutilización porque sea una vía prioritaria de gestión de residuos, así como impulsar la regulación de las condiciones de funcionamiento de los centros de reutilización.
Qué tendría que incluir el anteproyecto de ley para hacer posible la reutilización de aparatos eléctricos y electrónicos?
- Fomentar el ecodiseño, no solo para acercar la fácil reparación al consumidor, sino también para disminuir el uso de productos químicos y elementos raros que se extraen en zonas de conflictos armados, incumpliendo los derechos humanos o agraviando el impacto ambiental y en la salud de las personas, y facilitar la reciclabilidad de sus componentes.
- Fomentar el uso de herramientas comunes para la reparación de los aparatos entre las diferentes marcas (eliminar herramientas concretas según modelo o marca de aparato), así como disminuir el uso de herramientas especializadas por su reparación.
- Dotar, por parte de las marcas, de piezas y componentes por todos los modelos que existen en el mercado a precios lógicos y asequibles.
- Facilitar manuales de reparación y mantenimiento de los equipos y garantizar las actualizaciones informáticas durante un periodo largo de tiempo y dotar de alternativas viables o compensaciones una vez se deja de garantizar actualizaciones informáticas
- La administración tiene que fomentar un fondo de reparación que ofrezca a los consumidores una reducción de los costes de reparación y tiene que obligar a las empresas información sobre el % de reparabilidad de sus aparatos eléctricos y/o electrónicos y que esté al alcance de la población. La administración también tiene que tener y cumplir objetivos de preparación para la reutilización de aparatos eléctricos y electrónicos y dotar de espacios de asesoramiento y ayuda por la reparación de aparatos eléctricos y electrónicos, como el espacio de Mejor que Nuevo impulsado por el área Metropolitana de Barcelona.
- Dotar de conocimientos sobre reparación e impulsar la educación ambiental sobre la población, explicando los impactos ambientales y socioeconómicos en la producción y gestión de los residuos de los aparatos eléctricos y electrónicos.
Otras consideraciones del anteproyecto de ley
El anteproyecto de ley propone la aplicación de un sistema de depósito, devolución y retorno por ciertos productos como las colillas de tabaco, envases de vidrios, pilas, residuos de aparatos eléctrico y electrónicos o envases de residuos químicos en pequeñas cantidades para uso doméstico, pero no se hace mención de este sistema por los envases de bebidas de plástico, donde el objetivo europeo marca una recogida del 70% de estos envases por el año 2023 y, en Cataluña, la recogida de envases ligeros está estancada desde hace años, solo sistemas como el puerta a puerta o la aplicación de un SDDR podrían facilitar cumplir con los objetivos establecidos, pero el anteproyecto apela a la ley española donde habla de la aplicación del SDDR si no se consiguen los objetivos de recuperación. Habrá que ver qué es el que acaba pasando.
En cuanto al reciclaje, se pone énfasis en la reciclabilidad del producto, favoreciendo una serie de acciones para evitar productos difíciles de reciclar, pero se tendría que tener en cuenta varios aspectos desde su diseño hasta su reciclaje:
- Fomentar el ecodiseño de los productos, sin olvidar los objetivos de reducción y fomentando envases y circuitos por la reutilización.
- Fomentar envases monomateriales, fáciles de reciclar y con una vida útil larga, que permita reciclar el material cuanto más golpes mejor.
- Proteger la salud de las personas con envases libres de tóxicos.
- A través de la Responsabilidad Ampliada del Productor penalizar los materiales difíciles de reciclar o de baja reciclabilidad.
- Desde la administración, evitar el greenwashing de las marcas, evaluando y legislando sobre la información en los envases.
Hacia una transición ecosocial justa
Desde Andròmines, valoramos positivamente algunos artículos del Anteproyecto de ley de residuos y recursos, pero creemos que hay que impulsar una ley transformadora y referente para otros territorios. En este sentido, habría que impulsar otros propósitos de reducción de residuos, limitaciones de productos o, incluso, ser más ambiciosos con la normativa prevista por los edificios públicos y acontecimientos, para promover la ejemplaridad de cara a la ciudadanía. En general, hay que fortalecer los siguientes puntos:
- Desvincular la generación de residuos con el crecimiento económico (para conseguir una reducción real de los residuos).
- Impulsar centros de reutilización.
- Proteger y fomentar la participación de la economía social y solidaria.
- Crear ocupación verde en Cataluña.
- Aumentar los objetivos y la normativa en lo referente a residuos concretos, como el textil o los voluminosos.
- Impulsar el SDDR (Sistema de depósito, devolución y retorno) por otras fracciones de residuos.
- Impulsar la reutilización de envases canal doméstico.
Además, faltan competencias y recursos en el ámbito municipal, donde se pueden aplicar más procesos de transformación y donde no se pueden desarrollar mejores servicios de recogida selectiva y capilar si no se destinan más recursos.
También hay que impulsar la reutilización desde el ecodiseño, hasta la recogida de los recursos. Hay que priorizar esta vía de gestión impulsando centros de reutilización y regulando las condiciones de funcionamiento. A la vez, también hay que fomentar recogidas diferentes de los que actualmente existen, sobre todo por los residuos voluminosos, por los cuales hay que priorizar la recogida domiciliaria para hacer posible que se aumenten los porcentajes de reutilización actuales.
El pacto verde europeo es una oportunidad para conseguir una transición ecológica, pero siempre impulsando también una transición social y solidaria, donde se pone el centro tanto la protección de las personas como la del medio ambiente, y dónde no se buscan soluciones únicamente tecnológicas en los problemas actuales. Para obtener esto, es importante que la ley trabaje conjuntamente con otros ámbitos, como el económico, trabajo, industria, justicia, ciencia, etc.
También es imprescindible que se proteja y fomente la participación de la economía social y solidaria en el sector de la gestión y reutilización de residuos, puesto que los beneficios sociales del anteproyecto de ley no su disociables de los beneficios ambientales. Los cambios que se proponen pueden revertir en la creación de ocupación verde en Cataluña en el sector de las empresas de inserción y evitando la deslocalización geográfica de estos puestos de trabajo.
Esto es porque las actividades de reutilización tienen un elevado potencial de de empleabilidad para colectivos en situación de riesgo. Cómo se indica en el estudio de AERESS, por cada 10.000t de residuos enviados a incineración se genera un puesto de trabajo, mientras que se generan 296 si son preparados para reutilizar o reparados.
La transformación empieza para fortalecer las redes locales
Hay que darse cuenta que las inversiones europeas para impulsar esta transición no pueden ir a parar a grandes empresas que controlan los diferentes sectores, ampliando la brecha y fortaleciendo los oligopolios, y hay que invertir en comunidades que impulsan esta transición ecosocial a través de redes de apoyo local presentes en el territorio: plantas de preparación para la reutilización de residuos, redes de consumo responsable, comunidades energéticas, etc.
La ley apuesta para reducir la dependencia de los recursos importados otros países, apostando por el uso eficiente y circular de los recursos propios y ajenos. Pone en el centro la salud de las personas, con el objetivo de reducir la vulnerabilidad de la población y del medio ambiente ante los impactos adversos del cambio climático
Esperamos, pues, que el anteproyecto de ley de residuos y recursos siga su proceso de debate y que no salga recortado, y al contrario, se puedan incorporar mejoras y más concreción en algunos de sus apartados.
Raul Paniagua y Núria Sau
Medio ambiente