Preservar el agua: pequeños cambios que marcan la diferencia

Preservar el agua: pequeños cambios que marcan la diferencia

La sequía es un fenómeno preocupante que afecta a diversas regiones del mundo. Cada año, la lucha contra la Desertificación y la Sequía se intensifica, lo que nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar y utilizar de manera responsable los recursos hídricos. El impacto oculto del agua en nuestra vida diaria es muy importante, exploraremos algunas acciones clave para combatir la sequía y garantizar un uso eficiente del agua.

Es fundamental tomar conciencia del uso que hacemos del agua y tomar medidas para ahorrarla. Pequeños cambios como cerrar el grifo mientras nos lavamos los dientes, utilizar el agua de la ducha para regar las plantas o instalar dispositivos que permitan la reutilización del agua pueden marcar la diferencia. Además, debemos promover la cultura del reciclaje y la reutilización, lo cual contribuye a reducir el impacto de los residuos en el medio ambiente.

Resulta sorprendente saber que el agua es un recurso fundamental en la fabricación de materiales plásticos, aparatos electrónicos, textiles, alimentos y muchos otros productos que consumimos a diario. En Andròmines, como gestores de residuos, comprendemos la importancia de entender el impacto que esto tiene en nuestros recursos hídricos y la necesidad de tomar acciones responsables.

Nuestro apoyo en la lucha contra la Desertificación y la Sequía

La lucha contra la Desertificación y la Sequía es un desafío que requiere el compromiso y la participación de todos. Cada uno de nosotros puede marcar la diferencia al adoptar hábitos responsables en nuestro consumo de agua.

Al explorar datos reales, podemos comprender el impacto que nuestras acciones tienen en el uso del agua:

  • La producción de 1 botella de plástico de 1 litro requiere aproximadamente 2 litros de agua. En Andròmines, estamos comprometidos con nuestro proyecto «Preciós Plàstic» para reutilizar el plástico.
  • La fabricación de aparatos electrónicos también implica un consumo significativo de agua, desde la extracción de minerales hasta la producción y el ensamblaje. Con nuestro proyecto «Reparadís», reparamos y reutilizamos tanto ordenadores como móviles para darles una segunda vida útil. En el 2022 logramos reutilizar 27,25 toneladas de RAEE, si consideramos que por la fabricación de un kilogramo de RAEE se gasta un promedio de 2.250 litros de agua, podemos hacer un cálculo aproximado de que se ha ahorrado 61.312,5 litros de agua, gracias a nuestra gestión de reutilización.
  • La industria textil es otra gran consumidora de agua. Se estima que se necesitan alrededor de 15.000 litros de agua para producir 1 kilogramo de algodón. En Andròmines, promovemos la venta de ropa de segunda mano a través de nuestra tienda en Montcada i Reixac.  La cifra aquí es abismal, en el 2022 logramos reutilizar 28 toneladas de ropa, muebles y otros objetos, podemos calcular que aproximadamente se ahorran 420.000.000 litros de agua.
  • Incluso la producción de alimentos tiene un impacto hídrico significativo. Se estima que se necesitan aproximadamente 70 litros de agua para producir una sola manzana. En Andròmines, implementamos nuestro proyecto «Malbaratament Alimentari» para evitar el desperdicio de alimentos que aún son aprovechables. En el 2022 hemos logrado recuperar 9,3 toneladas de estos alimentos.

Estos ejemplos nos muestran cómo nuestras acciones pueden marcar la diferencia en la conservación y el uso responsable del agua.

Como consumidores, tenemos el poder de generar también un cambio positivo. Algunas acciones que podemos realizar:

Para reducir el consumo de agua en nuestros hogares, podemos implementar las siguientes medidas:

  1. Utilizar grifos y duchas de bajo flujo para reducir el caudal de agua utilizado sin comprometer la funcionalidad. Además, es importante reparar cualquier fuga de agua de manera inmediata.
  2.  Adoptar un uso consciente del agua al lavar platos, ropa o al regar las plantas. Podemos asegurarnos de no dejar los grifos abiertos innecesariamente y ajustar el flujo según sea necesario.
  3.  Una excelente opción es captar y almacenar agua de lluvia. Podemos instalar sistemas de recolección de agua de lluvia en nuestro hogar para aprovechar este recurso natural en tareas no potables, como el riego de jardines.
  4.  Practicar hábitos sencillos como cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes o lavamos las manos puede marcar una diferencia significativa en la reducción del consumo de agua.
  5. Utilizar la lavadora y el lavavajillas a su capacidad máxima para optimizar su eficiencia y reducir la cantidad de ciclos de lavado necesarios.
  6.  Reutilizar el agua de la ducha para regar las plantas o para tareas de limpieza. Además, tener plantas autóctonas y resistentes a la sequía en nuestro jardín nos ayudará a reducir aún más el consumo de agua.

Acciones generales que podemos llevar a cabo contra la lucha de la desertificación y la sequía.

  • Educación y sensibilización: Compartir información sobre la importancia de la sequía y el uso eficiente del agua con nuestros familiares, amigos y comunidad. Participar en campañas de concienciación y promover la adopción de prácticas sostenibles en nuestro entorno.
  • Políticas de gestión del agua: Apoyar iniciativas y políticas que promuevan la gestión sostenible del agua. Esto incluye la implementación de sistemas de riego eficientes en la agricultura y el control de fugas en las redes de distribución de agua.
  • Infraestructuras y tecnologías avanzadas: Invertir en infraestructuras y tecnologías que mejoren la eficiencia en el uso del agua. Ejemplos de ello son los sistemas de riego por goteo, los sensores de humedad del suelo y los medidores inteligentes.
  • Agricultura sostenible: Fomentar prácticas agrícolas sostenibles, como la rotación de cultivos, el uso de abonos orgánicos y técnicas de conservación del suelo que reduzcan la necesidad de riego y minimicen la erosión.
  • Reciclar y reutilizar el plástico y los dispositivos electrónicos para reducir la demanda de nuevos recursos.
  • Apoyar a empresas y agricultores que practiquen la gestión responsable del agua y la producción sostenible de alimentos.

¡Recordemos que cada gota cuenta!

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