“Cada año se producen 100.000 millones de prendas de ropa en el mundo. La ropa dura la mitad que hace 15 años, y ni el Tercer Mundo quiere comprarla reutilizada.” Titular del Economista, 20 de mayo de 2017, autor: Juan Pedro Chuet-Missé.
Un titular elegido totalmente al azar … pero podemos manifestar esta realidad con miles de titulares parecidos pero todos refleja lo mismo: el negocio de la ropa y la expansión de la industria textil.
La ropa y el negocio de la ropa. Un consumo totalmente irresponsable y desmesurado. ¿Te has parado alguna vez a pensar la cantidad de ropa que tienes? ¿La que ya no te posas? ¿La que compras por moda o tendencias utilizas una vez y nunca más la usas? ¿O la que compras sólo por la oferta y el atractivo de un precio o rebaja?
No somos conscientes de la publicidad constante de anuncios, precios y rebajas, todo enfocado al consumo, hay la compra masiva incluso de productos que y en este caso roba que no necesitamos.
Podéis hacer la prueba vosotros mismos. Asistís cualquier fin de semana en un gran centro comercial, veréis las cadenas de ropa más famosas como ZARA, MANGO, H&M, PRIMARK, PULL&BEAR, etc., con largas colas interminables a las cajas, tiendas llenas, gente paseando con bolsas de marcas de ropa, etc., está todo preparado y diseñado para una sociedad de consumo totalmente irresponsable. Somos engañados con rebajas, días específicos de descuentos, grandes ofertas, tendencias, modas, nuevas colecciones, anuncios televisivos, cambios de temporada, etc. Un bombardeo constando no solo a prensa y televisión, sino que ahora se tienen que sumar las redes sociales y los influencers con nuevos lanzamientos de productos.
Este bombardeo constante de publicidad que impregna cualquier canal o medio, tiene una explicación muy sencilla. Genera beneficios multimillonarios para las cadenas de ropa y grandes marcas. Según el informe de Greenpeace “Timeout for fasto fashion (2016)” se prevé que para el 2025 la facturación del textil superará los 2,1 billones de euros en los mercados financieros. Pero todo esto, tiene un coste social y unas contrapartidas medioambientales negativas muy elevadas:
- Alta producción de textil. Porque existe un consumo que no para de crecer.
- Malas condiciones laborales en la producción para los países emergentes.
- Se impone la cultura y hábitos de utilizar y tirar, no dar una segunda vida ni reutilizar.
- Baja calidad de la ropa.
- Debido al bajo coste de la producción sale más por anticipado comprar nuez que reutilizar. Con el agravante que aumenta la producción.
- Alta contaminación en la producción por el uso de químicos, tintes, fibras sintéticas, etc., de agua contaminada sin tratamiento.
- Utilización de fibras sintéticas que tardan más al degradarse.
En el caso del Estado Español las cifras de ventas de ropa se sitúan en torno los 30.000 millones de euros (Observatorio de la Moda Española, Informe El Sector de la Moda en España: Retos y desafíos. 2016). De estas cifras se establece una estadística que cada persona se desprende de media 7 kilos de ropa anuales, haciendo un total de 326.000 toneladas anuales de ropa que se tira y no es reutiliza.
Como solucionamos este problema?
Según Greenpeace lo tiene muy claro. Acabar con la moda “Fasto Fashion”. Es decir, si cada persona alarga la vida útil de la ropa de uno a dos años, ya estaríamos reduciendo el consumo y como consecuencia directo la producción. Además, la reducción de las emisiones contaminados a la atmósfera, puesto que por cada kilogramo de ropa que se reutiliza y no es incinerado al vertedero se evita la emisión de 3,169kg de CO2 a la atmósfera (datos de la Comisión Europea).
Es necesario un cambio de modelo en el consumo, que la sociedad reflexione de este consumo irresponsable y evitar caer en la trampa de las ofertas y campañas publicitarias. Pero en paralelo las industrias textiles también tienen que hacer deberes y contribuir a disminuir el ritmo de renovaciones en las colecciones y garantizar una ropa más natural y duradera que no se arruine al cabo de pocas lavadoras como pasa a la actualidad.
Por todo estas razones antes expuestas, en primera instancia quiero intentar que reflexiones sobre tu armario particular, ¿tienes la ropa que necesitas? ¿Tienes necesidad de comprar más? Que analices los motivos de tus compras y la repercusión que está generando esta producción masiva de ropa. La finalidad y objetivo es parar este impulso consumista.
Y si no podemos parar este impulso de comprar y consumir, como mínimo desde Andròmines y bajo el paraguas de Roba Amiga te proponemos que todo aquella ropa que no necesites la puedes depositar al contenedor naranja. Nosotros si reciclamos y damos una segunda oportunidad a la reutilización. Somos conscientes de los hábitos que no queremos propagar y acabar con esta cultura desechable, utilizar y tirar.
Andròmines somos una empresa de inserción y reutilizamos por una buena causa. Ayúdanos y colabora con nuestro proyecto y programa social, y responsabilizado con el medio ambiente.
Jordi Román Clusella
Coordinador de Serveis Ambientals