Las TIC motor de inclusión social femenino

Las TIC motor de inclusión social femenino

Acción social Actualidad

Cuando hablamos de exclusión social a menudo pensamos en términos económicos. Es cierto que uno de los principales factores que generen exclusión social es el nivel de ingresos. Pero no nos tenemos que olvidar que existen también causas de carácter cultural, relacional, de acceso a recursos, etc. A esta lista, tenemos que añadir un nuevo elemento generador de exclusión, que se ha consolidado durante los últimos años: la brecha digital.

BRETXA DIGITAL
Les bretxes digitals

La brecha digital se define como la desigualdad en el acceso, el uso o el impacto de las Tecnologías de la Información y el Conocimiento (TIC). Esta desigualdad a menudo afecta especialmente a colectivos vulnerables por cuestión de género, edad, nivel de estudios, origen cultural… como es el caso de las mujeres.

En Cataluña nos encontramos con un amplio colectivo de mujeres en situación de vulnerabilidad, que a pesar de presentar itinerarios de vida muy diferentes, coinciden en su carencia de competencias digitales. Como ya sabéis, una de las líneas de trabajo consolidada de Andròmines es la digitalización de mujeres en situación de riesgo o exclusión social.

Pero… ¿Qué quiere decir digitalizar personas? ¿Qué implicaciones tiene?

En Andròmines tenemos una premisa clara: la digitalización tiene que ser inclusiva. Para nosotras, digitalizar no sólo implica una alfabetización informática, en un sentido tradicional.

Ser digital significa integrar el uso de las TIC como cotidiano, en condiciones de seguridad y autonomía, para beneficiarse de las ventajas que puede aportar a nuestro día a día.

Desde esta perspectiva, el uso de las TIC tiene que consolidarse en la vida diaria, y tiene que funcionar como vehículo integrador en otros aspectos vitales: tiene que servir como herramienta de mejora de las condiciones profesionales, laborales, relacionales, culturales… No se trata sólo de reducir la brecha digital. Se trata de ir un paso más allá, de servirse de la tecnología como recurso de inclusión en un sentido amplio, en todas sus dimensiones.

El camino: la formación digital inclusiva

Hecha esta reflexión, hace ya tiempo que nos dimos cuenta que teníamos que replantear la formación en competencias TIC. Teníamos que actualizar nuestra mirada y adaptarnos a los escenarios cambiantes de las mujeres. En este proceso de adaptación, tuvimos en cuenta tres aspectos fundamentales:

  • ¿Cuál es la necesidad más inmediata de la persona (uso personal, profesional, de iniciación, software específico, etc.)?
  • ¿Tiene disponibilidad?
  • ¿Con qué recursos tecnológicos trabajará en su día a día (ordenador/Tablet/teléfono, sistemas operativos…)?

Nos encontramos ante un colectivo de mujeres en situaciones de riesgo totalmente heterogéneas: mujeres jóvenes y mayores, con cargas familiares, familias monoparentales, mujeres solas, mujeres víctimas de violencia de género, mujeres inmigrantes en situaciones administrativas inestables o irregulares, etc. Y en relación al mercado de trabajo: mujeres paradas, mujeres que no han accedido aún al mercado laboral, mujeres sin estudios, mujeres ocupadas en sectores no digitalizados como los trabajos de cuidados y del hogar, profesionales de la limpieza, de la conducción, peluqueras y esteticistas, vendedoras de comercio, y un largo etcétera.

Dificultats ticEn este contexto, la disponibilidad de las mujeres es escasa, intermitente y heterogénea. En la mayoría de casos condicionada por las tareas de cuidados y por trabajos intermitentes. En cuanto a sus recursos tecnológicos (materiales), la carencia también es un hecho. Gran parte de estas mujeres no dispone de ordenador y su conexión a Internet depende de wifi externo o de su tarifa de móvil. Además, sus itinerarios profesionales a menudo no están vinculados con las nuevas tecnologías.

Cómo abordar una formación digital con un colectivo sin disponibilidad horaria ni recursos tecnológicos?

Lo que inicialmente parecía uno de los peores escenarios, ha resultado ser un contexto de oportunidad. Pese a sus diferencias, este colectivo de mujeres también presenta unas características comunes: relación con el mercado de trabajo precaria, nula o intermitente, itinerarios profesionales no-digitales, carencia de disponibilidad para asistir a formación presencial, Smartphone como recurso tecnológico físico y sistema operativo Android (o IOS y Windows Phone, en menor medida).

Una formación digital inclusiva, en este sentido, tiene que ser flexible en horarios y adaptada a los recursos físicos de las personas. Cuando las alumnas finalizan la formación, tienen que poder continuar practicando sus conocimientos adquiridos, normalizando el uso de las TIC en sus vidas cotidianas. Es decir, tienen que poder ser digitales.

Mujeres de futuro

Así nace el proyecto Dona de futur. Diseñado y ejecutado en Andròmines desde el año 2020, gracias al soporte del Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat de Catalunya. Un programa de inserción socio laboral para mujeres en riesgo de exclusión social, con el objetivo transversal de digitalizar a las participantes para mejorar sus condiciones profesionales y de vida.

Ofrecemos un programa de formación en soporte virtual, con una metodología que combina aula virtual en directo, sesiones grabadas, trabajo autónomo tutorizado, cesión de recursos tecnológicos y soporte presencial. Así, las mujeres participantes pueden conciliar la formación con sus vidas personales, favoreciendo su vinculación con el curso y facilitando que puedan completar el itinerario formativo.

Captura d’una de les sessions d’aula virtual. Curs Entorn Laboral Digital
Captura de una de las sesiones de aula virtual. Curso Entorno Laboral Digital

Además, ofrecemos la posibilidad de seguir la formación tanto en formato web, como través de la APP gratuita del campus virtual de Andròmines para Smartphones. Pensando en todo momento en el objetivo que las personas puedan normalizar los conocimientos aprendidos y continuar entrenando sus competencias digitales en su día a día. En añadido, todas las formaciones en el marco del proyecto Dona de futur, incluyen un módulo formativo en materia de derechos y deberes digitales, políticas de seguridad y privacidad y prevención de los delitos en la red.

Desde Andròmines entendemos que una internauta autónoma tiene que ser una internauta segura.

Un 2022 alentador

Como ya os avanzamos en marzo con el artículo Las mujeres de Andròmines y  la economía feminista, hemos puesto en marcha ya la convocatoria de 2022, arrancando con dos ediciones del curso “Entorno laboral digital”; y continuando en setiembre con el curso “Auxiliar de comercio y atención al cliente”, con prácticas profesionales presenciales en empresa.

Pero si lo que os interesa es saber más sobre formación digital, nos podéis pedir más información sobre nuestros cursos de alfabetización digital básica o de competencias digitales ACTIC, por ejemplo. Por nuestra parte, os continuaremos informando y compartiendo con vosotras estos pequeños.

Maria Maurenza

Técnica de formación

Entramos en el 2020 con buen pie: Igualdad, flexibilidad y género

Entramos en el 2020 con buen pie: Igualdad, flexibilidad y género

Actualidad

Haciendo balance de lo que hemos hecho durante este año 2019, desde Andròmines queremos destacar el esfuerzo realizado en definir e introducir cambios en la organización hacia lo que llamamos la implementación de un Modelo Basado en la Persona. Para nosotros las personas y su bienestar dentro de la entidad es lo que nos mueve y da sentido a lo que hacemos día a día.

Pero … ¿qué quiere decir que estamos implementando un Modelo Basado en la Persona? ¿Cómo lo hacemos?

Uno de los pilares fundamentales es analizar la importancia de la flexibilidad laboral dentro de la organización: es necesario que todos tengamos tiempo para conciliación personal, laboral, social y de cuidados, tanto en hombres como en mujeres. Y que esta flexibilidad se trabaje de manera pactada, como una evolución natural que nos ayude a eliminar el presencialismo al trabajo y nos acompañe a trabajar por objetivos.

También hemos querido trabajar el valor que le damos al tiempo, reflexionando conjuntamente con otras entidades, sobre cómo adaptar nuestros horarios y hacerlos más saludables y racionales para los y las trabajadoras. En este sentido el día 28 de noviembre tuvimos la suerte de contar con Fabian Mohedano, colaborador del Pacto del tiempo de Barcelona y promotor de la reforma horaria, que durante casi dos horas nos introdujo y debatimos sobre diferentes medidas de lo más interesantes:

• Compactar la jornada laboral y adelantar la hora de salida del trabajo
• Introducir horarios laborales más flexibles de entrada y salida
• Avanzar las horas de comida, tanto al mediodía como durante la cena
• Reducción del estrés de las personas trabajadoras, especialmente entre las mujeres

 

Este año en Andròmines también se ha creado el Comité de Igualdad. Aunque trabajar para conseguir la Igualdad entre hombres y mujeres es un objetivo transversal que está presente en todos los programas de la entidad, este año está tomando una mayor relevancia gracias al proyecto «Andròmines, + transparente + igualitaria» que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y del Dep. de Trabajo Asuntos Sociales y Familias y que nos ayuda a implementar mejoras internas y de fortalecimiento basadas en el análisis de género. Entre otras cosas queremos conseguir un sistema de registro y análisis de indicadores e impacto SOCIAL, AMBIENTAL Y DE GÉNERO adecuado a las acciones de la entidad y que dé RESPUESTA DE CALIDAD en nuestra intervención para todos los usuarios / as, la toma de decisiones ya la TRANSPARENCIA que queremos ofrecer.

Todo el trabajo que hemos hecho durante el 2019 nos empuja a continuar avanzando y dando respuestas a los nuevos retos que encaramos para el año 2020: continuar fomentando la Igualdad, la conciliación de los tiempos laboral, social y de cuidados para todos los miembros de la entidad y mejorar la comunicación interna.

Os invitamos a que nos acompañéis en este proceso de cambio tanto emocionante.

Buena entrada de año 2020.