Somos muchas entidades las que luchamos contra el desperdicio alimentario y contra las situaciones de exclusión social en que vive gran parte de la sociedad.
Desde Andromines nos sumamos en la lucha contra la exclusión social a través del acompañamiento a la inserción laboral de personas vulnerables. Llevamos a cabo un programa donde las personas participantes realizan itinerarios de inserción personales y, a la vez, reciben alimentos. Estos alimentos mejoran la cobertura de sus necesidades básicas y los permite hacer un mejor proceso de investigación del mercado laboral.
También trabajamos para evitar el desperdicio que se produce en toda la cadena de producción, distribución y consumo de alimentos. Lo hacemos redirigiendo aquellos alimentos que acabarían a la basura de forma que los puedan aprovechar personas que se encuentran en situaciones económicas delicadas.
¿Qué hemos aprendido sobre el desperdicio alimentario?
El desperdicio alimentario es un problema ético, económico, social y ambiental. Es inaceptable que mientras un 11% de la población mundial sufre desnutrición, existan alimentos que no se consumen.
España es el séptimo país de la Unión Europea que más comida desperdicia (7,7 millones de toneladas en el año) según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Esto sería el equivalente a tirar a la basura 3.000 millones de euros cada año.
Para evitar este desperdicio es necesario que se aborde la problemática a toda la cadena de producción, distribución y consumo. Hay que mencionar, pero, que en Europa el desperdicio se concentra mayormente en el consumidor final, donde el 53% de todo el desperdicio se realiza en casa. Indudablemente, mucho de este desperdicio es causado por fases previas de la cadena alimentaria. Es por eso, que es necesario impulsar una legislación a todos los niveles, desde su producción hasta el consumidor final.
En este sentido, las medidas en el ámbito europeo tendrían que adoptar una visión más integral del desperdicio alimentario que cubra todo el sistema y no solo el consumo final.
Campaña contra el desperdicio alimentario
El 26 de enero, coincidiendo con el día de la educación ambiental y con el apoyo de la Agencia de Residuos de Cataluña, Andromines lanzó la campaña Dignidad de sobra. El objetivo es luchar por la dignificación de los alimentos descartados en la cadena de producción, distribución y consumo pero que cumplen todas las garantías sanitarias para el consumo humano.
Durante estos años hemos visto cómo se descartan alimentos por diferentes motivos:
- No cumplen los estándares de medida y color.
- Una mala logística.
- Estimación de ventas incorrectas.
- Confusión entre fecha de consumo preferente y fecha de caducidad, etc. Integral del desperdicio alimentario que cubra todo el sistema y no solo su consumo final.
Esto hace que cada día se tiren a la basura toneladas de alimentos aptos por el consumo humano. Por eso a Andròmines luchamos para redirigir el excedente a las personas usuarias del programa un Mordisco a la exclusión. ¿Qué beneficios queremos conseguir?
Los colectivos en riesgo de exclusión social y el derroche alimentario
A pesar de que la prioridad es evitar el desperdicio alimentario, una vez generado, hay que aplicar medidas para dar salida a este alimento que no ha sido consumido.
Desde Andromines redirigimos alimentos descartados y los ofrecemos a colectivos en riesgo de exclusión social que forman parte de programas de inserción socio laboral. De este modo ayudamos a paliar la cantidad de residuos generados y la situación económica y social de diferentes colectivos.
¿Pero cómo ven los colectivos en riesgo de exclusión social esta donación de alimentos?
La mayoría a veces asociamos las sobras de alimentos con mala calidad o alimentos en mal estado. Aun así, la gran mayoría de los alimentos que acaban a la basura cumplen las normativas sanitarias con la misma calidad que los alimentos que sí que consumimos.
¿Son dignos los alimentos que redirigimos a colectivos en riesgo de exclusión social?
La respuesta es rotundamente sí, puesto que nos aseguramos cumplir con todas las medidas de seguridad alimentaria. El problema está en nuestra percepción al comer alimento que ha sido descartado en algún paso de la cadena de producción, distribución y consumo y que se distribuye de forma gratuita a los colectivos en riesgo de exclusión social.
¿Cómo podemos conseguir comer en buen estado de forma gratuita para la persona consumidora final?
Esto es solo posible con la colaboración de productores, distribuidores, consumidores que quieren que esta comida no acabe a la basura, de entidades, técnic@s y voluntari@s que se esfuercen para dar una salida digna a estos alimentos y de personas en riesgo de exclusión social que nos ayuden a paliar los impactos ambientales, sociales y económicos que provoca el desperdicio alimentario.
Hemos elaborado un análisis para ver cuáles son las mejores maneras de reducir el desperdicio en familias receptoras. Es por eso, que la campaña Dignidad de sobras también ha creado un canal a través de un grupo de WhatsApp con las personas usuarias de la Mossegada a l’exclusió. Queremos dar ideas de como cocinar y acompañar porque interaccionen entre ellas y se ayuden por no desperdiciar la comida recibida. Hemos puesto en marcha talleres para evitar el desperdicio alimentario y enseñar diferentes opciones de cocina con la comida de temporada. También mostramos técnicas para alargar la duración de los alimentos (vinagreta, escabeche, chutney, etc.). Para la elaboración de estos talleres hemos realizado varias encuestas a las personas usuarias con el objetivo de adaptarlos a sus necesidades.
¿Quieres ojear uno de nuestros talleres?
Distribución de alimentos para personas en riesgo de exclusión social
Andromines hace años que recupera alimentos y los ofrece a personas en riesgo de exclusión social que realizan un proceso de inserción socio laboral.
- A través de nuestra experiencia hemos visto que una buena organización interna es vital para no generar desperdicio alimentario en la distribución de estos alimentos. Es por eso que dentro de la campaña también hemos elaborado una guía para personas técnicas y voluntarias que entregan alimentos para evitar el desperdicio que se pueda generar en la recepción y donación de alimentos. También hemos preparado un taller para técnicas y voluntarias para las entidades que vean la necesidad de formarlos para disminuir el desperdicio alimentario generado en la donación y un díptico informativo para las personas usuarias de nuestra entidad u otras.
La elaboración de esta campaña ha estado posible gracias a la colaboración de un comité de expertos que nos ha guiado con el enfoque y el material de la campaña, formato, entre otros, por la Agencia de Salud Pública de Cataluña, Banco de Recursos, Cáritas, Banco de los alimentos, Espigoladors y Rezero.
Y yo, ¿qué puedo hacer?
Si quieres ayudar a Andròmines a reducir el desperdicio alimentario y luchar contra la exclusión social te ofrecemos diferentes respuestas según sí eres empresa, centro educativo, entidad o ciudadanía:
- Empresa o centro educativo: podemos recoger y gestionar el excedente alimentario mientras ajustáis las raciones.
- Ofrecemos diferentes talleres si sois una entidad social que se dedica a la entrega de alimentos o qué queréis trabajar el valor de los alimentos.
- Si eres uno/a ciudadano/na, ofrecemos talleres abiertos a la ciudadanía o puedes hacerte voluntario/a.
¡Contamos contigo!!!