Cada vez más el tejido empresarial es más consciente que debe contribuir a la mejora de la sociedad o, cuando menos, de su territorio de proximidad.
Las empresas, como reflejo de la sociedad, deben ser inclusivas, pluriculturales y sensibilizadas tanto con las personas como con su entorno. Esto es lo que da un valor añadido a los productos de aquellas que verdaderamente, no solo lo practican, sino que lo tienen impregnado en su ADN.
Tenemos que huir de conceptos obsoletos como por ejemplo que la empresa disponga de un departamento de RSE, donde este se encargue de gestionar un presupuesto ya determinado por «aspectos sociales» como organizar actos de voluntariado corporativo, hacer donaciones a entidades o fundaciones, o colaborar puntualmente con algún proyecto humanitario.
La RSE debe estar integrada en todos los departamentos de la empresa, tiene que ser una filosofía de trabajo, y la empresa debe implementarla con total normalidad en todos sus procesos productivos, ya que productividad, beneficios y RSE tienen que ir de la mano, pues están estrechamente relacionados. Esto quiere decir que desde Andròmines acompañamos y animamos a las empresas para que apuesten en firme por la Creación de Valor Compartido.
Según esta teoría, creada per Michael Porter de la Universidad de Harvard, el mundo empresarial debe renovar todos sus procesos y acciones empresariales desde la perspectiva de conseguir ganancias económicas, por un lado, pero también ganancias sociales y ambientales para el entorno en el que está trabajando.
Andròmines podemos acompañar a las empresas en esta creación de valor compartido de dos maneras:
1. Ofreciendo servicios de recogida, gestión y reutilización de residuos responsables con el entorno social y ambiental, gracias a los cuales se da trabajo a personas que están en proceso de inserción. Podemos ofrecer un servicio muy adaptado a las necesidades de cada empresa y, fruto de la colaboración, pueden surgir nuevas maneras de crear valor para nuestro entorno.
2. Acompañar a las empresas en la definición conjunta de perfiles profesionales por competencias, ayudando a romper estereotipos y prejuicios de personas en situación de exclusión.
Las entidades sociales que trabajamos gestionando diferentes programas de intermediación laboral (programa Incorpora, Programa Labora, etc…) debemos tener un papel clave en esta sensibilización. ¿Qué competencias son las que más valora la empresa en un candidato para encajar en el equipo de trabajo y en la filosofía de la empresa? Y, sobretodo, ¿qué competencias debe tener para alcanzar las funciones solicitadas?
Realizando este proceso en el que nosotros podamos acompañar con éxito a la empresa se evitan discriminaciones por edad, sexo, origen de procedencia, colectivo, etc.
Como entidad social nuestra prioridad es que cada vez más empresas confíen en los servicios de gestión de residuos y de intermediación laboral que ofrece Andròmines, para dar respuesta a sus necesidades de contratación, y sobre todo que vean nuestro servicio como un servicio profesional y de calidad, integrado totalmente en los protocolos de selección de la empresa.
Andròmines queremos ser un «partner» que da un «valor añadido» a las empresas y que entre todos creemos los “valores compartidos”.
Xavier González
Propestor de Andròmines Programa Incorpora