Celebrando la diversidad transgénero: El CP Mas d’Enric llevó a cabo una actividad inspiradora de como abordar la diversidad de género y trabajar para la inclusión dentro de un centro penitenciario. Recientemente, celebraron el Día de la Visibilidad Transgénero con una actividad muy especial: la proyección del documental “Me llamo Violeta”.
A través de esta experiencia cinematográfica, los internos e internas pudieron explorar temas como la identidad de género, la aceptación personal y social, la discriminación y el amor propio. La película, dirigida por David Fernández de Castro y Marc Parramon, sigue la fascinante historia de Violeta, una joven transgénero que enfrenta valientemente los desafíos y obstáculos de la transición de género.
Durante esta actividad intermodular, un grupo formado por aproximadamente 25 a 30 personas de diferentes módulos tuvo la oportunidad de participar. Este formato diversificado dio lugar a discusiones enriquecedoras y participativas. Una de las escenas que generó más debate fue una entrevista a pie de calle realizada hace unos años en una ciudad española.
La entrevistadora planteó el tema de la transexualidad a un hombre de unos 35 a 45 años, preguntándole si creía que ella podría ser una persona transexual. La respuesta de este hombre no dejó indiferente nadie: “Sí, a pesar de que eres muy atractiva”.
Esta reacción abrió un debate intenso sobre los estereotipos asociados a las personas transexuales y la percepción que tenemos de su apariencia y atractivo. Es importante cuestionar estos estereotipos para avanzar hacia una sociedad más inclusiva.
Otro tema candente que se abordó durante la proyección fue la cuestión de cómo reaccionaríamos si un hijo o hija manifestara el deseo de transicional. Las opiniones sobre esta cuestión fueron diversas y, incluso, confrontadas. Sin embargo, el sentimiento general entre los participantes fue que el amor de un padre o una madre está por encima de los estereotipos y prejuicios que podamos tener.
Afortunadamente, la gran mayoría expresó que apoyaría a sus hijos e hijas en este proceso de cambio. Es reconfortante ver como el acompañamiento familiar es considerado un apoyo fundamental tanto para la persona que transita este cambio como para los familiares que lo rodean.
Esta actividad al CP Mas d’Enric ayudó a desmantelar estereotipos perjudiciales que contribuyen a la discriminación de las personas transexuales. Se ha roto con la idea que las personas transexuales están necesariamente asociadas a la prostitución o que su apariencia es exagerada. Además, en el marco de esta actividad, también se exploró la evolución de la legislación española y catalana en este ámbito.
Desde la vieja “Ley de vagos y maleantes” hasta la moderna Ley de Igualdad LGTBI y la ley catalana 11/2014, se han tomado medidas para prevenir y erradicar la discriminación por motivos de orientación sexual, identidad de género o expresión de género. Estas leyes promueven la igualdad de trato y la no discriminación en todos los ámbitos de la vida.
“Me llamo Violeta” ha sido una herramienta poderosa para profundizar en la experiencia de una persona transgénero en la sociedad contemporánea. Este documental ha generado conciencia y empatía hacia las realidades y luchas que enfrentan las personas transgéneros. Esto es particularmente relevante dentro del contexto del centro penitenciario, puesto que demuestra la importancia de comprender y abordar las diversas identidades de género para construir una comunidad más inclusiva y respetuosa, tanto dentro de como fuera de las rejas.