La Deixalleria móvil se desplaza de barrio en barrio, con un horario y periodicidad concreta, acercando el servicio de recogida de residuos especiales a la ciudadanía y facilitando que todo el mundo pueda acceder al servicio.
Las Deixallerias móviles surgieron porque normalmente una Deixalleria se encuentra aislada del casco urbano, en la periferia, o bien ubicada en un polígono industrial. Este hecho, muchas veces dificulta la accesibilidad a la ciudadania y es por este motivo que entra en juego el servicio de la Deixalleria móvil.
En Montcada i Reixac el servicio de Deixalleria móvil es un vehículo adaptado a la recogida de residuos. Que se ubica de martes a sábado en horario de 10:00h a 13:30h y de 16:00h a 18:30h en diferentes espacios de la ciudad:
Martes mañana Can Sant Joan (Plaza del Bosque). Y martes tarde en La Ribera (C/. Llevant, 10 delante del Centro Cívico).
Miércoles mañaba Montcada Centro (Paseo Guadiana con Rocamora). Y miércoles tarde a Font Pudenta (C/. Riera de Sant Cugat esquina Calle Pere de Montcada).
Jueves mañana Terra Nostra (Plaza del Pueblo) y tarde Montcada Centro.
Viernes mañana Mas Rapinyo (C/. Santa Fe). Y viernes tarde en Mas Duran (C/. Can Duran con Joan Miró).
Sábados, sólo mañana, la encontraréis en Can Cuiàs (Centro Cívico).
Qué podemos llevar a la Deixalleria móvil?
Las Deixallerias recepcionan productos para su reutilización y residuos municipales para tratamientos posteriores y su reciclaje. La Deixalleria móvil también está orientada a la recepción de residuos especiales, en pequeñas cantidades, y a aquellos residuos que no se recogen de forma selectiva a los contenedores de la vía púbica. A modo de ejemplo puedes llevar: pilas, pinturas, disolventes, óleos, pequeños electrodomésticos, móviles viejos, etc.
Podéis llevar todos aquellos residuos, no voluminosos, que por su peligrosidad y toxicidad no se pueden dejar a los desechos domésticos.
Las Mini-Deixallerias
Como complemento a la Deixalleria móvil, también existen las llamadas mini Deixallerias. Estas, son pequeñas instalaciones fijas ubicadas dentro del entramado urbano, en zonas muy accesibles que permiten acercar el servicio a los ciudadanos. Su naturaleza también es de apoyo, es decir, son complementarias a la Deixalleria fija, pero solo permiten recoger residuos de pequeño tamaño y en pequeñas cantidades.
Puedes llevar: pilas de botón, baterías de teléfonos móviles, CD y DVD, bombillas incandescentes, halógenas y de bajo consumo, teléfonos móviles y cargadores, tóneres y cartuchos de tinta y cintas de casete y video.
Ciertamente las mini-Deixallerias son muy útiles por no acumular en casa residuos especiales, pero no puedes acercarte a la Deixalleria móvil el día que visita tu barrio o a la Deixalleria.
La Deixalleria como un espacio próximo a la ciudadanía
Por lo tanto, una Deixalleria no solo es una instalación fija, sino un conjunto de puntos de recogida que dan servicio a la ciudadanía para facilitar una recogida correcta y sencilla de los residuos generados.
Desde Andròmines, que actualmente gestionamos el servicio de la Deixalleria municipal y móvil de Montcada, tenemos por objetivo la protección del medio ambiente y la inserción sociolaboral de colectivos en riesgo.
Tener la oportunidad de ofrecer el servicio de la Deixalleria móvil nos permite acercarnos a las personas y, no solo realizar el servicio de recogida de residuos, sino realizar acciones de educación ambiental desde este espacio y crear puestos de trabajo.
La Deixalleria móvil como espacio de educación ambiental se hace imprescindible cuando vienen escuelas a hacernos una visita programada para llevar residuos. Es cuando disfrutamos de tener la oportunidad de explicar a los niños la importancia de separar selectivamente los residuos que generamos.
La última visita que tuvimos fue el 21 de septiembre de 2022 por parte de la escuela El Turó de Montcada i Reixac, y los más pequeños pudieron a realizar, ellos mismos, una clasificación correcta de los residuos que llevaban para poder enviarlos a reciclar. Fomentamos la prevención que es la herramienta básica de la educación ambiental.
Esta proximidad a la ciudadanía permite poder hacer divulgación, educación, responder consultas y dudas, etc. La Deixalleria móvil garantiza una correcta selección de los residuos.
Y las personas que trabajan actúan como informadoras, próximas a la ciudadanía, y fomentan la sensibilización ambiental y la prevención de la generación de residuos.
¿Sabéis que cuando desperdiciamos alimentos también estamos tirando los recursos que hemos destinado a producirlos? Suelo, agua, energía y otros recursos que son preciados, se malgastan a la vez que lanzamos los alimentos a la basura. Además, en un contexto de emergencia climática como el que nos encontramos, este hecho es grave, porque estos recursos desperdiciados también contribuyen de forma indirecta al incremento de emisiones de CO₂ a la atmósfera.
¿Qué implica el desperdicio alimentario?
Antes de llegar a nuestros platos, la comida se tiene que producir, procesar, envasar, transportar y producir. En Europa, esto implica:
La emisión de amoníaco (NH3): el sector emite el 90% del total.
Afecta la calidad del agua: el 50-80% de carga de nitrógeno en agua dulce está relacionada con la producción, distribución y consumo de los alimentos.
Comporta el 10% de las emisiones de gas de efecto invernadero.
Por lo tanto, derrochar los alimentos, directa e indirectamente afecta a nuestro territorio. Se estima que en Cataluña hay unas 262.000 toneladas de desperdicio cada año.
¿Por qué se genera todo este excedente alimentario?
El desperdicio se genera en toda la cadena de producción, distribución y consumo. Por ejemplo, en el campo encontramos desperdicio cuando hay una sobreproducción de alimentos no estimada o porque los alimentos no cumplen los estándares a los cuales estamos acostumbrados. En la distribución existe desperdicio cuando se almacena de forma incorrecta, en la distribución y en los comercios cuando hay una previsión imprecisa de ventas y en casa cuando compramos más de lo que podemos comer.
Para solucionar esta problemática, la administración, conjuntamente con algunas empresas y distribuidoras, impulsan la donación de los alimentos producidos o sobrantes a entidades que reparten estos alimentos a personas en riesgo de exclusión social. Por ejemplo, en Andròmines, contamos con el proyecto Mossegada a l’exclusio en el que durante el año 2021 hemos recuperado y repartido un total de 9,3t de alimentos. Pero hay otras muchas entidades que también recuperan alimentos, como el proyecto Espigoladors, el Banc de aliments o Formacion i Treball con el proyecto Reprofit.
Con la ayuda y el esfuerzo de muchas entidades sociales, muchos de estos alimentos acaban formando parte de la alimentación de muchas personas.
El aprovechamiento de estos alimentos se enmarca dentro de los objetivos de la Agenda 2030 por el desarrollo sostenible, puesto que forma parte, por un lado, de la estrategia para reducir el desperdicio, y de la otra, de la solidaridad de nuestra sociedad ante la situación económica más precaria en la que muchos nos podemos encontrar.
En Cataluña, existen muchas más entidades que colaboran en la recogida y el reparto de estos alimentos a personas de diferentes colectivos. Todas ellas, cuentan con técnicos y voluntarios para hacer efectiva esta donación. En este proceso, como en toda la cadena de producción, distribución y consumo de alimentos también se puede generar desperdicio alimentario. A pesar de que estos alimentos han sido descartados del flujo principal, hay que aplicar medidas para no desaprovechar estos alimentos que también comportan un uso de recursos y un sobreesfuerzo de la administración, empresas, distribuidoras, comercios y entidades para evitar su desperdicio.
Talleres para técnicos y voluntarios dirigidos a entidades.
A partir del año 2021, Andròmines ha desarrollado el proyecto Dignidad de sobra contra el desperdicio alimentario. Inicialmente, creamos un comité de reflexión formado por varias entidades y hemos impulsado una campaña de sensibilización que podéis consultar aquí. A través del proyecto, y de manera participada, hemos desplegado diferentes materiales y acciones, con el objetivo de concienciar y disminuir el desperdicio a toda la cadena de producción, distribución y consumo.
Concretamente, para evitar el desperdicio alimentario de las entidades, Andròmines ha realizado una prueba piloto de talleres para personas técnicas y voluntarias de entidades sociales con el objetivo de formarlas sobre los efectos negativos del desperdicio alimentario. Queremos repensar conjuntamente como evitar también el desperdicio de las entidades y en las casas de las personas que reciben estos alimentos.
El contenido del taller que hemos hecho se divide en tres partes:
Una primera parte, donde se explican los impactos ambientales provocados por la producción de alimentos y el consumo de recursos (agua, suelo y emisiones de CO₂) de algunos de los alimentos que consumimos en Cataluña.
Una segunda parte donde se habla del flujo que sigue el alimento, desde su recogida hasta su donación, y se tiene que tener en cuenta para no generar desperdicio alimentario. Así como algunas recomendaciones y procesos a tener en cuenta durante los diferentes pasos.
Una última parte, donde también queremos implicar a las personas que reciben estos alimentos. Hay que fomentar una donación de productos sanos y saludables, y dar ideas para fomentar una cocina mediterránea (a través de talleres, encuestas, grupos de WhatsApp o Telegram, etc.. Además, también hay que informar correctamente a los receptores de los alimentos para que tengan la capacidad de aprovechar todos los alimentos que se ponen a su alcance.
Este año, en los talleres han participado un total de 8 entidades con la participación de 46 personas implicadas (técnicos y voluntarios).
¿Qué hemos aprendido?
La experiencia también ha servido para compartir conocimientos y buenas prácticas sobre la generación del desperdicio alimentario de las entidades sociales. El objetivo es reflexionar conjuntamente sobre donde generamos más desperdicio en nuestros procesos de recogida y entrega, y cómo podemos dar (o ya damos) solución, a través de la mejora continua.
De todos los talleres participativos que hemos llevado a cabo, se puede concluir que el desperdicio puede provenir de diferentes puntos según sea el funcionamiento de cada entidad. Algunas generan más desperdicio en el almacenamiento, otros cuando reciben alimentos o en el momento de la donación a las familias.
Entre todas hemos determinado diferentes estrategias para poder dar respuesta a este desperdicio, pero lo más importante es poder realizar el flujo de alimentos dentro mismo de las entidades y protocolizar la recogida, almacenamiento y donación de estos alimentos.
Muchas entidades también son conscientes que el desperdicio se puede generar en las casas de las personas receptoras, puesto que es complicado poder adaptar perfectamente bien la oferta y la demanda.
Andròmines ha repartido a todas las entidades dípticos informativos para las familias y así evitar al máximo que se tiren alimentos, pero también proponemos algunas otras estrategias que a nosotros nos han resultado muy efectivas:
Hacer talleres de desperdicio alimentario para las personas participantes del programa de entregas.
Crear un grupo de WhatsApp o Telegram para la concienciación sobre el desperdicio y en el que las persones participantes, aparte de apoyarse mutuamente, puedan compartir trucos e ideas para cocinar los alimentos recibidos.
Individualizar la donación de alimentos para producir el menor desperdicio.
Desde Andròmines creemos que el programa Dignidad de sobras ha sido relevante para podernos comunicar con otras entidades y, conjuntamente, proponer soluciones para luchar y disminuir cada día algo más, el desperdicio alimentario que entre todas generemos.
Cuando pensamos en una deixalleria, pensamos en aquella instalación pública que tiene por objetivo ofrecer a la ciudadanía espacios adecuados para separar selectivamente los residuos domiciliarios.
Estas instalaciones se entienden como centros de recepción de residuos que por su volumen o peligrosidad no se pueden abocar a la basura doméstica como, por ejemplo, los residuos especiales o los voluminosos.
En las deixalleries o puntos verdes, los residuos son almacenados de forma temporal hasta su retirada por los Gestores autorizados para su tratamiento y reciclaje.
De deixalleries encontramos de varios tipos dependiendo de si son fijas (instalación estática) o móviles que recorren el territorio. En ambos casos se pueden encontrar de diferentes medidas y prestaciones, y la combinación de las mismas permite garantizar la proximidad y servicio a la ciudadanía.
La deixalleria más adecuada para cada municipio depende principalmente de su población y densidad demográfica.
La Ley de Régimen de Bases Locales de 1985 ya contemplaba que, como competencia y servicio municipal, los municipios con una población superior a los 5.000 habitantes fuera obligatorio implantar sistemas de recogida selectiva de residuos.
Las deixalleries, más allá de un centro de recepción de residuos
Desde la administración se quiere que el concepto de deixalleria vaya mucho más allá de estos centros de recepción y clasificación de residuos donde los particulares van solo a tirar los recursos que ya no quieren.
Actualmente, más de unas 50 de deixalleries catalanas aplican medidas de fomento de la reutilización, Todavía queda mucho porque las deixalleries “convencionales” se extingan, pero hay que promover como antes mejor la transformación de estos centros para que vayan mucho más allá de la disposición de residuos.
El impulso de la reutilización y preparación a la reutilización a las deixalleries
Esta guía se centra en las actividades vinculadas en la preparación para la reutilización a las deixalleries. Tiene como objetivo cumplir con el modelo de gestión de residuos que sigue la jerarquía europea y que prioriza la prevención, incluida la reutilización y la preparación para la reutilización, como estadio superior al reciclaje, la valorización o el tratamiento finalista de los residuos.
¿Qué actividad de preparación para la reutilización puedo hacer en mi deixalleria?
Para iniciar una actividad de preparación para la reutilización en una deixalleria hay que definir el modelo de actividad y tener en cuenta los usos y el espacio donde se desarrollará. La actividad se podrá hacer en la deixalleria o en un espacio anexado o no anexado y se podrá utilizar para hacer un espacio de intercambio, un almacén, un espacio de reparación, una tienda de segunda mano o por otros usos.
Font: Guía para el desarrollo de actividades de reutilización y preparación para la reutilización a las deixalleria y otros establecimientos públicos de Cataluña. Agencia de Residuos de Cataluña
Antes de iniciar una actividad de preparación para la reutilización hará falta pues seleccionar el espacio y el uso y, posteriormente, seguir los requisitos y las recomendaciones, sea de la guía o de otras deixalleries que aplican estrategias similares.
La deixalleria de Montcada i Reixac, pionera en la preparación por la reutilización
El Ayuntamiento de Montcada i Reixac fue pionero en la creación, en 2002, de un espacio anexo a la deixalleria para llevar a cabo acciones de reutilización, cuando aún casi ni se hablaba de esto y apenas se consolidaba el concepto de la recogida selectiva.
Esta actividad fue pionera en el sector y, a pesar de que en aquel momento no éramos muy conscientes, ha acontecido un referente en los procesos de reutilización para otras muchas deixalleries , especialmente en cuanto a los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) como podéis consultar aquí o aquí en su inauguración.
El uso prioritario del espacio de reutilización es una tienda de segunda mano, donde se encuentra una gran variedad de productos que han sido preparados para su reutilización, pero también se ha utilizado como taller para realizar reparaciones y como centro de selección de ropa de segunda mano.
El año 2021 en la tienda de segunda mano se preparó y vendió un total de 33 toneladas de productos para su reutilización.
Por sí queréis venir a visitar la deixalleria y las diferentes iniciativas de reutilización que llevamos a cabo, el horario es el siguiente:
• De lunes a sábados, de 9 a 14.30 h y de 16 a 18.30 h.
• Domingos, de 9 a 14 h.
La actual subida mundial de precios tiene que ver con acontecimientos concretos, como la guerra en Ucrania o el corte en las cadenas de suministros protagonizadas por China. Este modelo de consumo actual, además de tener una fuerte dependencia con acontecimientos que suceden en otros territorios, también provoca graves injusticias ambientales, económicas y sociales dentro y fuera de Cataluña. Además, implica el agotamiento de los recursos naturales disponibles por nuestras generaciones futuras.
Para atenuar esta problemática, la Comisión Europea trabaja para impulsar la economía circular para el año 2050, con normativa y acciones concretas en sectores estratégicos como la energía, la producción de alimentos o los residuos.
Por ahora, Cataluña no cumple algunos puntos de las directivas europeas actuales, como el objetivo de recogida selectiva y de gestión de residuos establecido a la Directiva 2018/851 del Parlamento Europeo y Consejo. Estos objetivos también se han trabajado en diferentes leyes impulsadas por el Parlamento de Cataluña y, actualmente, ha entrado a debate el Anteproyecto de Ley de residuos y recursos.
Es posible vivir en Cataluña sin que nos afecte la escala de inflación de precios?
Esta nueva ley comporta una gran oportunidad para conseguir una transición ecosocial, donde se ponga en el centro la protección del medio ambiente, la salud de las personas y la disminución de la pobreza de la sociedad.
Cataluña tiene la oportunidad de ser un territorio alineado con otras zonas europeas, que ya aplican normativas similar y que también apueste por cadenas de suministro cortas, atenuando el efecto que puedan tener otros acontecimientos futuros en nuestra economía.
¿Qué nos gusta del anteproyecto de ley?
La ley apuesta para reducir la dependencia de los recursos importados otros países, apostando por el uso eficiente y circular de los recursos propios y ajenos. Poner en el centro la salud de las personas, con el objetivo de reducir la vulnerabilidad de la población y del medio ambiente ante los impactos adversos del cambio climático. Se propone la aplicación de exenciones y tasas reducidas a personas o unidades familiares en riesgo de pobreza o de exclusión social (así como entidades). Pero también contempla la reducción de tasas cuando se realicen acciones de compostaje, de prevención o de preparación para la reutilización.
Además sugiere romper con la cultura desechable con la prohibición de diferentes plásticos, luchando contra el sobreembalaje, y propone un impuesto que grabará productos específicos no reutilizables (sin importar el tipo de material).
Se continúa impulsando la jerarquía de residuos donde se prioriza la prevención, seguidas de la reutilización, el reciclaje y la valorización. Se introduce el análisis de ciclo de vida y la huella de carbono para garantizar el mejor tratamiento de los residuos. Además, la ley especifica que la deposición y la incineración son formas no válidas de gestión de residuos, y que hay que minimizarlas.
Los objetivos de prevención de residuos
El objetivo prioritario es prevenir la generación de residuos. La finalidad de la futura ley es llegar en 2035 con una reducción del 25% respecto al año 2010.
Se sugieren objetivos específicos por algunas fracciones, como el textil (reducción del 25% por el año 2030 respecto al 2019), las toallitas húmedas, los pañales y los productos menstruales desechables (un 60% por el año 2030). Hay que destacar que, en el caso del textil, se recomienda la obligatoriedad de incorporar la venta de ropa de segunda mano a los establecimientos más grandes de 1.200 m², fomentando de manera decidida la reutilización como prioridad a grandes superficies.
La reutilización, volvemos al siglo pasado?
La reutilización de envases de bebidas en Cataluña continúa funcionando en el canal HORECA. Todo que en los últimos años ha disminuido el % de envases reutilizados, se incorporan objetivos nuevos de reutilización por los envases de cervezas, bebidas refrescantes, aguas envasadas, vinos, cavas y espumosos. El informe Cataluña hacia el Residuo Cero elaborado por Rezero indica que en 20 años la cuota de envases reutilizables ha caído un 16%.
La situación por el canal doméstico todavía es peor. Actualmente, costa encontrar establecimientos con la opción de devolver los envases por su reutilización, pero esta situación tendrá que cambiar mucho si se quieren conseguir los propósitos de la ley de un 60% por el año 2030. Los mayores de 40 todavía recordarán como este sistema de retorno era muy habitual a finales del siglo pasado.
También se proponen, entre otros, objetivos de reutilización por envases de comer y bebidas, envases empleados al comercio electrónico y objetivos de preparación para la reutilización y reciclaje de residuos municipales. Además, las empresas que generen más de 10 toneladas anuales de RAEE tendrán que destinar una persona gestora de Preparación para la reutilización.
Una declaración de intenciones
El nuevo marco legal quiere poner énfasis en la jerarquía de residuos. La Agencia de Residuos de Cataluña, entidad pública que ha liderado la propuesta de Anteproyecto, pasará a denominarse la Agencia de la Economía Circular, eliminando la palabra «residuos» de su nombre. Pero más relevante es que el anteproyecto habla de un uso eficiente de los recursos, con la finalidad, entre otros, de financiar medidas que faciliten una transición hacia una economía circular y baja en carbono.
También se quieren introducir conceptos y contenidos sobre prevención y gestión de residuos en el currículum escolar, aspecto que aplaudimos y consideramos de especial relevancia. Desde Andròmines hace años que impulsamos acciones de educación ambiental y, este año, tenemos en marcha el proyecto educativo Generación Reset y talleres de concienciación ambiental de Preciós Plástic.
Pero, es el anteproyecto de ley bastante ambiciosa?
Cuando analizamos la generación de residuos de un país, podemos observar que esta tiene una dependencia muy alta con el crecimiento económico. En general, los países ricos tienen una generación de residuos por persona y día mucho más alta que los países pobres o en vías de desarrollo.
En Cataluña, durante los años de crisis, se afirma una disminución de residuos, que vuelve a aumentar ligeramente cuando la economía empieza a recuperarse. En los últimos años, la crisis de COVID-19 también ha provocado una disminución general de los residuos, por la disminución de la actividad económica y del turismo.
El anteproyecto de ley no tiene en cuenta esta asociación y habrá que ver si las medidas que se aplican son suficiente para disminuir la generación de residuos y se consigue desvincular la generación de residuos con el crecimiento económico. Además, faltan objetivos de prevención por determinadas tipologías de residuos, como los voluminosos o el derroche alimentario, así como otras acciones para limitar productos en sectores específicos (como el sector HORECA).
La reutilización de envases en el canal HORECA y doméstico
La reutilización en el canal HORECA nunca ha dejado de existir por la mayoría de bebidas, pero la situación es muy diferente por los vinos, cavas y espumosos. En Cataluña existen más de 600 bodegas y una producción de 3,1 millones de hectolitros. Aun así la falta de plantas de lavado, la gran variedad de botellas de vino y el poco interés por parte del sector de la distribución hace muy difícil impulsar la reutilización en este sector. Hace falta que la administración se implique para hacer posible la reutilización en el sector vitivinícola, puesto que proyectos como el Rewine, demuestran los beneficios ambientales, sociales y económicos de la reutilización de estos envases.
Existen, por otro lado, proyectos de reutilización de botellas de vino en otros países que funcionan con éxito. El caso de las botellas de la región de Estíria en Austria es un buen modelo a seguir.
De todos modos, en cuanto al canal doméstico, hace falta la complicidad de la administración y una apuesta decidida para impulsar la reutilización de envases en los grandes canales de distribución.
El textil y la fast fashion
Desde el inicio de la década del 2000, la producción de moda se ha duplicado. De media, compramos un 60% más de ropa que hace 15 años. La sobreproducción es solo posible por la dependencia de la industria de las fibras sintéticas, que actualmente representan el 69% de todas las fibras de producción. La moda de fasto fashion, con precios cada vez más bajos, implica fabricar con una calidad más baja sin imponer un estándar mínimo de durabilidad.
Esta realidad hace difícil que se disminuya la generación de residuos textiles un 25% por el año 2030 si no se imponen más medidas al anteproyecto de ley. De hecho, se estima que, en una década, la producción de textil se duplique a la actual producción.
La creación de un SCRAP (Sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor) ayudará a cubrir los costes de recogida y reutilización del material textil, pero habrá que destinar también recursos a fortalecer las entidades y los sistemas actuales de recogida, reutilización y reciclaje.
Se ha de aprovechar para impulsar iniciativas que ya existen y que fomentan la recircularidad de la ropa trabara de su reutilización, como la cooperativa Ropa Amiga y las entidades que forman parte. O proyectos de investigación colectiva como Reimagine Textile a Mataró, o Tejanos por el Clima de Solidança, La Fabric@ y Back To Eco.
Sería interesante incluir también otros medidas como prohibir materiales y productos peligrosos, implantar un eco-diseño para asegurar una duración larga del material o implantar un mínimo de preparación para la reutilización por parte de las empresas.
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos
Durante el tercer trimestre del 2022 está prevista una propuesta de la Comisión Europea sobre el derecho a reparar, que apostará para incentivar a los consumidores a reparar, además de obligaciones a los fabricantes a dar información sobre la reparación de los aparatos. Actualmente, otros países como Francia se han avanzado introduciendo la obligatoriedad por parte de los fabricantes un índice de reparabilidad.
El artículo 38 del anteproyecto se habla de fomentar productos con ecodiseño, evitar la obsolescencia programada y facilitar piezas de repuesto y manuales, pero no se habla como todas estas acciones se materializan.
Desde Andròmines, creemos que la preparación para la reutilización de los aparatos eléctricos y electrónicos todavía es una asignatura pendiente en Cataluña. Faltan centros de Preparación para la Reutilización porque sea una vía prioritaria de gestión de residuos, así como impulsar la regulación de las condiciones de funcionamiento de los centros de reutilización.
Qué tendría que incluir el anteproyecto de ley para hacer posible la reutilización de aparatos eléctricos y electrónicos?
Fomentar el ecodiseño, no solo para acercar la fácil reparación al consumidor, sino también para disminuir el uso de productos químicos y elementos raros que se extraen en zonas de conflictos armados, incumpliendo los derechos humanos o agraviando el impacto ambiental y en la salud de las personas, y facilitar la reciclabilidad de sus componentes.
Fomentar el uso de herramientas comunes para la reparación de los aparatos entre las diferentes marcas (eliminar herramientas concretas según modelo o marca de aparato), así como disminuir el uso de herramientas especializadas por su reparación.
Dotar, por parte de las marcas, de piezas y componentes por todos los modelos que existen en el mercado a precios lógicos y asequibles.
Facilitar manuales de reparación y mantenimiento de los equipos y garantizar las actualizaciones informáticas durante un periodo largo de tiempo y dotar de alternativas viables o compensaciones una vez se deja de garantizar actualizaciones informáticas
La administración tiene que fomentar un fondo de reparación que ofrezca a los consumidores una reducción de los costes de reparación y tiene que obligar a las empresas información sobre el % de reparabilidad de sus aparatos eléctricos y/o electrónicos y que esté al alcance de la población. La administración también tiene que tener y cumplir objetivos de preparación para la reutilización de aparatos eléctricos y electrónicos y dotar de espacios de asesoramiento y ayuda por la reparación de aparatos eléctricos y electrónicos, como el espacio de Mejor que Nuevo impulsado por el área Metropolitana de Barcelona.
Dotar de conocimientos sobre reparación e impulsar la educación ambiental sobre la población, explicando los impactos ambientales y socioeconómicos en la producción y gestión de los residuos de los aparatos eléctricos y electrónicos.
Otras consideraciones del anteproyecto de ley
El anteproyecto de ley propone la aplicación de un sistema de depósito, devolución y retorno por ciertos productos como las colillas de tabaco, envases de vidrios, pilas, residuos de aparatos eléctrico y electrónicos o envases de residuos químicos en pequeñas cantidades para uso doméstico, pero no se hace mención de este sistema por los envases de bebidas de plástico, donde el objetivo europeo marca una recogida del 70% de estos envases por el año 2023 y, en Cataluña, la recogida de envases ligeros está estancada desde hace años, solo sistemas como el puerta a puerta o la aplicación de un SDDR podrían facilitar cumplir con los objetivos establecidos, pero el anteproyecto apela a la ley española donde habla de la aplicación del SDDR si no se consiguen los objetivos de recuperación. Habrá que ver qué es el que acaba pasando.
En cuanto al reciclaje, se pone énfasis en la reciclabilidad del producto, favoreciendo una serie de acciones para evitar productos difíciles de reciclar, pero se tendría que tener en cuenta varios aspectos desde su diseño hasta su reciclaje:
Fomentar el ecodiseño de los productos, sin olvidar los objetivos de reducción y fomentando envases y circuitos por la reutilización.
Fomentar envases monomateriales, fáciles de reciclar y con una vida útil larga, que permita reciclar el material cuanto más golpes mejor.
Proteger la salud de las personas con envases libres de tóxicos.
A través de la Responsabilidad Ampliada del Productor penalizar los materiales difíciles de reciclar o de baja reciclabilidad.
Desde la administración, evitar el greenwashing de las marcas, evaluando y legislando sobre la información en los envases.
Hacia una transición ecosocial justa
Desde Andròmines, valoramos positivamente algunos artículos del Anteproyecto de ley de residuos y recursos, pero creemos que hay que impulsar una ley transformadora y referente para otros territorios. En este sentido, habría que impulsar otros propósitos de reducción de residuos, limitaciones de productos o, incluso, ser más ambiciosos con la normativa prevista por los edificios públicos y acontecimientos, para promover la ejemplaridad de cara a la ciudadanía. En general, hay que fortalecer los siguientes puntos:
Desvincular la generación de residuos con el crecimiento económico (para conseguir una reducción real de los residuos).
Impulsar centros de reutilización.
Proteger y fomentar la participación de la economía social y solidaria.
Crear ocupación verde en Cataluña.
Aumentar los objetivos y la normativa en lo referente a residuos concretos, como el textil o los voluminosos.
Impulsar el SDDR (Sistema de depósito, devolución y retorno) por otras fracciones de residuos.
Impulsar la reutilización de envases canal doméstico.
Además, faltan competencias y recursos en el ámbito municipal, donde se pueden aplicar más procesos de transformación y donde no se pueden desarrollar mejores servicios de recogida selectiva y capilar si no se destinan más recursos.
También hay que impulsar la reutilización desde el ecodiseño, hasta la recogida de los recursos. Hay que priorizar esta vía de gestión impulsando centros de reutilización y regulando las condiciones de funcionamiento. A la vez, también hay que fomentar recogidas diferentes de los que actualmente existen, sobre todo por los residuos voluminosos, por los cuales hay que priorizar la recogida domiciliaria para hacer posible que se aumenten los porcentajes de reutilización actuales.
El pacto verde europeo es una oportunidad para conseguir una transición ecológica, pero siempre impulsando también una transición social y solidaria, donde se pone el centro tanto la protección de las personas como la del medio ambiente, y dónde no se buscan soluciones únicamente tecnológicas en los problemas actuales. Para obtener esto, es importante que la ley trabaje conjuntamente con otros ámbitos, como el económico, trabajo, industria, justicia, ciencia, etc.
También es imprescindible que se proteja y fomente la participación de la economía social y solidaria en el sector de la gestión y reutilización de residuos, puesto que los beneficios sociales del anteproyecto de ley no su disociables de los beneficios ambientales. Los cambios que se proponen pueden revertir en la creación de ocupación verde en Cataluña en el sector de las empresas de inserción y evitando la deslocalización geográfica de estos puestos de trabajo.
Esto es porque las actividades de reutilización tienen un elevado potencial de de empleabilidad para colectivos en situación de riesgo. Cómo se indica en el estudio de AERESS, por cada 10.000t de residuos enviados a incineración se genera un puesto de trabajo, mientras que se generan 296 si son preparados para reutilizar o reparados.
La transformación empieza para fortalecer las redes locales
Hay que darse cuenta que las inversiones europeas para impulsar esta transición no pueden ir a parar a grandes empresas que controlan los diferentes sectores, ampliando la brecha y fortaleciendo los oligopolios, y hay que invertir en comunidades que impulsan esta transición ecosocial a través de redes de apoyo local presentes en el territorio: plantas de preparación para la reutilización de residuos, redes de consumo responsable, comunidades energéticas, etc.
La ley apuesta para reducir la dependencia de los recursos importados otros países, apostando por el uso eficiente y circular de los recursos propios y ajenos. Pone en el centro la salud de las personas, con el objetivo de reducir la vulnerabilidad de la población y del medio ambiente ante los impactos adversos del cambio climático
Esperamos, pues, que el anteproyecto de ley de residuos y recursos siga su proceso de debate y que no salga recortado, y al contrario, se puedan incorporar mejoras y más concreción en algunos de sus apartados.
Somos muchas entidades las que luchamos contra el desperdicio alimentario y contra las situaciones de exclusión social en que vive gran parte de la sociedad.
Desde Andromines nos sumamos en la lucha contra la exclusión social a través del acompañamiento a la inserción laboral de personas vulnerables. Llevamos a cabo un programa donde las personas participantes realizan itinerarios de inserción personales y, a la vez, reciben alimentos. Estos alimentos mejoran la cobertura de sus necesidades básicas y los permite hacer un mejor proceso de investigación del mercado laboral.
También trabajamos para evitar el desperdicio que se produce en toda la cadena de producción, distribución y consumo de alimentos. Lo hacemos redirigiendo aquellos alimentos que acabarían a la basura de forma que los puedan aprovechar personas que se encuentran en situaciones económicas delicadas.
¿Qué hemos aprendido sobre el desperdicio alimentario?
El desperdicio alimentario es un problema ético, económico, social y ambiental. Es inaceptable que mientras un 11% de la población mundial sufre desnutrición, existan alimentos que no se consumen.
España es el séptimo país de la Unión Europea que más comida desperdicia (7,7 millones de toneladas en el año) según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Esto sería el equivalente a tirar a la basura 3.000 millones de euros cada año.
Para evitar este desperdicio es necesario que se aborde la problemática a toda la cadena de producción, distribución y consumo. Hay que mencionar, pero, que en Europa el desperdicio se concentra mayormente en el consumidor final, donde el 53% de todo el desperdicio se realiza en casa. Indudablemente, mucho de este desperdicio es causado por fases previas de la cadena alimentaria. Es por eso, que es necesario impulsar una legislación a todos los niveles, desde su producción hasta el consumidor final.
En este sentido, las medidas en el ámbito europeo tendrían que adoptar una visión más integral del desperdicio alimentario que cubra todo el sistema y no solo el consumo final.
Campaña contra el desperdicio alimentario
El 26 de enero, coincidiendo con el día de la educación ambiental y con el apoyo de la Agencia de Residuos de Cataluña, Andromines lanzó la campaña Dignidad de sobra. El objetivo es luchar por la dignificación de los alimentos descartados en la cadena de producción, distribución y consumo pero que cumplen todas las garantías sanitarias para el consumo humano.
Durante estos años hemos visto cómo se descartan alimentos por diferentes motivos:
No cumplen los estándares de medida y color.
Una mala logística.
Estimación de ventas incorrectas.
Confusión entre fecha de consumo preferente y fecha de caducidad, etc. Integral del desperdicio alimentario que cubra todo el sistema y no solo su consumo final.
Esto hace que cada día se tiren a la basura toneladas de alimentos aptos por el consumo humano. Por eso a Andròmines luchamos para redirigir el excedente a las personas usuarias del programa un Mordisco a la exclusión. ¿Qué beneficios queremos conseguir?
Los colectivos en riesgo de exclusión social y el derroche alimentario
A pesar de que la prioridad es evitar el desperdicio alimentario, una vez generado, hay que aplicar medidas para dar salida a este alimento que no ha sido consumido.
Desde Andromines redirigimos alimentos descartados y los ofrecemos a colectivos en riesgo de exclusión social que forman parte de programas de inserción socio laboral. De este modo ayudamos a paliar la cantidad de residuos generados y la situación económica y social de diferentes colectivos.
¿Pero cómo ven los colectivos en riesgo de exclusión social esta donación de alimentos?
La mayoría a veces asociamos las sobras de alimentos con mala calidad o alimentos en mal estado. Aun así, la gran mayoría de los alimentos que acaban a la basura cumplen las normativas sanitarias con la misma calidad que los alimentos que sí que consumimos.
¿Son dignos los alimentos que redirigimos a colectivos en riesgo de exclusión social?
La respuesta es rotundamente sí, puesto que nos aseguramos cumplir con todas las medidas de seguridad alimentaria. El problema está en nuestra percepción al comer alimento que ha sido descartado en algún paso de la cadena de producción, distribución y consumo y que se distribuye de forma gratuita a los colectivos en riesgo de exclusión social.
¿Cómo podemos conseguir comer en buen estado de forma gratuita para la persona consumidora final?
Esto es solo posible con la colaboración de productores, distribuidores, consumidores que quieren que esta comida no acabe a la basura, de entidades, técnic@s y voluntari@s que se esfuercen para dar una salida digna a estos alimentos y de personas en riesgo de exclusión social que nos ayuden a paliar los impactos ambientales, sociales y económicos que provoca el desperdicio alimentario.
Hemos elaborado un análisis para ver cuáles son las mejores maneras de reducir el desperdicio en familias receptoras. Es por eso, que la campaña Dignidad de sobras también ha creado un canal a través de un grupo de WhatsApp con las personas usuarias de la Mossegada a l’exclusió. Queremos dar ideas de como cocinar y acompañar porque interaccionen entre ellas y se ayuden por no desperdiciar la comida recibida. Hemos puesto en marcha talleres para evitar el desperdicio alimentario y enseñar diferentes opciones de cocina con la comida de temporada. También mostramos técnicas para alargar la duración de los alimentos (vinagreta, escabeche, chutney, etc.). Para la elaboración de estos talleres hemos realizado varias encuestas a las personas usuarias con el objetivo de adaptarlos a sus necesidades.
Distribución de alimentos para personas en riesgo de exclusión social
Andromines hace años que recupera alimentos y los ofrece a personas en riesgo de exclusión social que realizan un proceso de inserción socio laboral.
A través de nuestra experiencia hemos visto que una buena organización interna es vital para no generar desperdicio alimentario en la distribución de estos alimentos. Es por eso que dentro de la campaña también hemos elaborado una guía para personas técnicas y voluntarias que entregan alimentos para evitar el desperdicio que se pueda generar en la recepción y donación de alimentos. También hemos preparado un taller para técnicas y voluntarias para las entidades que vean la necesidad de formarlos para disminuir el desperdicio alimentario generado en la donación y un díptico informativo para las personas usuarias de nuestra entidad u otras.
La elaboración de esta campaña ha estado posible gracias a la colaboración de un comité de expertos que nos ha guiado con el enfoque y el material de la campaña, formato, entre otros, por la Agencia de Salud Pública de Cataluña, Banco de Recursos, Cáritas, Banco de los alimentos, Espigoladors y Rezero.
Y yo, ¿qué puedo hacer?
Si quieres ayudar a Andròmines a reducir el desperdicio alimentario y luchar contra la exclusión social te ofrecemos diferentes respuestas según sí eres empresa, centro educativo, entidad o ciudadanía:
Empresa o centro educativo: podemos recoger y gestionar el excedente alimentario mientras ajustáis las raciones.
Ofrecemos diferentes talleres si sois una entidad social que se dedica a la entrega de alimentos o qué queréis trabajar el valor de los alimentos.
Si eres uno/a ciudadano/na, ofrecemos talleres abiertos a la ciudadanía o puedes hacerte voluntario/a.
En anteriores reflexiones, Andromines hemos intentado aproximarnos a los impactos negativos de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Especialmente, nos hemos centrado en los teléfonos móviles:
Aquí hemos analizado los costes ambientales y socioeconómicos de la producción de móviles
Aquí hablamos de la gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
La extracción y el proceso de fabricación de los teléfonos móvil llevan asociados impactos ambientales negativos, bajas condiciones laborales y, incluso, efectos negativos en la salud de las personas. ¿Y la pregunta es, que se está haciendo para revertir esta situación?
El diseño de los teléfonos móviles
Actualmente tenemos en el mercado teléfonos con diseños elegantes y con nuevas y mejores propiedades que hace unos años. Por ejemplo, actualmente hay móviles impermeables, que pueden sumergirse al agua sin problemas. Estas ventajas, pero, llevan asociadas prácticas poco factibles por su reutilización o reciclaje, puesto que hoy por hoy la mayoría de los productores utilizan, entre otros, baterías incrustadas a sus dispositivos. Esto hace que los consumidores sustituyan sus móviles fácilmente cuando la batería no funciona correctamente (cuando hace unos años se podía cambiar la batería). A la vez, hace que sea todavía más difícil sustituir algunas partes del teléfono. Este hecho ha llevado a determinados productores a desarrollar estrategias profesionales de reparación como parte del mensaje de la marca, ¿pero no sería mejor fomentar el eco diseño del móvil facilitando su reutilización y reciclaje?
Existen pocas marcas que han apostado por móviles modulares, la más conocida es Fairphone, aun así, también han existido o existen otros proyectos de este tipo como Puzzlephone, Google, ZTE o proyecto AHORA de Motorola. Aun así, para que estos teléfonos móviles sean un éxito hace falta que los propietarios del software y de algunos componentes también potencien la circularidad de los teléfonos modulares, cosa que complica la viabilidad de los proyectos.
La legislación europea sobre los aparatos eléctricos y electrónicos.
En Europa, menos del 40% de los aparatos eléctricos y electrónicos se recicla correctamente y varía significativamente según el país. El año 2020 la Comisión Europea presentó un nuevo plan de acción de economía circular pidiendo más medidas para conseguir una economía neutra en carbono, ambientalmente sostenible, libre de tóxicos y totalmente circular por el 2050.
En cuanto a la generación de residuos eléctricos y electrónicos, la UE quiere promover productos de más larga duración a través de la reutilización y la reparabilidad. Pero la realidad es que hoy en día todavía estamos lejos de obtener una economía circular en cuanto a los aparatos eléctricos y electrónicos. De hecho, hoy en día todavía existen rutas no oficiales que a veces acaban en una exportación ilegal y un tratamiento inapropiado de estos residuos.
A través de estos canales, no solo perdemos la oportunidad de recuperar diferentes metales, sino que perdemos la oportunidad de crear nuevos puestos de trabajo en nuestro territorio.
¿Los consumidores, que estamos haciendo?
El crecimiento de ventas de teléfonos móviles no deja de crecer año tras año. Durante el 2021 se vendieron un 9% más que el año anterior. Uno de los motivos de este crecimiento es que la duración actual de los Smartphone es de entre 18 y 24 meses. En cambio, si solo nos centráramos a la parte mecánica y electrónica, los Smartphone tendrían que durar entre 10 y 12 años. En cambio, si tenemos en cuenta el software, entre 6 y 8 años. ¿Qué está pasando?
El hecho que los Smartphone tengan una vida útil tan corta, promueve que encontramos Smartphone «invernando» en las casas porque sus usuarios no se quieren gastar en un aparato que contiene información delicada y personal. Se estima que en Europa existen 700 millones de aparatos «invernando». Si todos estos aparatos se reciclaran, generarían 15.000 toneladas de metales como oro, plata, cobre o litio entre otros, con un valor aproximado de un billón de euros y una cantidad considerable de materiales secundarios disponibles en la UE.
¿Pero qué podemos hacer para evitar nuestro sobre consumo de aparatos eléctricos y electrónicos?:
Reevaluar la necesidad: ¿Realmente necesito este aparato?
Alarga la vida de tus aparatos: Manteniendo tu aparato limpio y cuidando la batería
Comprar aparatos que no malogren el medio ambiente
Donar los aparatos que todavía funcionan a productos sociales.
Reciclar los aparatos correctamente y no los dejes en un cajón a casa.
El proceso de reciclado
Teóricamente, los productos más valiosos de los teléfonos son metales preciosos como el oro, la plata y el platino, que se encuentran dentro de la placa de circuito. La batería del teléfono móvil también contiene muchos productos útiles como cocer, cadmio, níquel, aluminio o litio entre otros, pero se recicla de forma separada.
Por lo tanto, para el reciclaje de los móviles es necesario separar la batería del resto de componentes. Una vez separados, los móviles se trituran y se calientan a 1100 °C, convirtiéndolos en polvo y, de aquí, se recuperan los metales.
El papel de Andròmines: Alargar la vida útil y reutilizar los componentes eléctricos y electrónicos.
A raíz de la creciente problemática que supone la extracción de materiales, la manufactura de móviles y el tratamiento de sus residuos desde Andromines impulsamos diferentes acciones de concienciación y de acción. De hecho, si tienes el móvil estropeado o te funciona muy lento y no tienes conocimientos suficientes para la auto reparación, ven a Andromines.
Igualmente aquí te dábamos unos consejos que te pueden ser útiles.
¿Sabias las diferencias entre marcas para poder reparar entre marcas?
Por un lado, en la hora de desmontar los móviles, en general Apple y Samsung son más difíciles, y Huawei y Xiaomi son menos complicados, cosa que facilita algo más poder cambiar piezas. Aun así, se tiene que tener en cuenta que para desarmar los móviles hoy en día se tienen que calentar y es algo más complicado, puesto que antes con los tornillos era más fácil.
Hoy en día, pero, muchos componentes (altavoces, cámaras, vibradores, botones) son más fáciles de cambiar que antiguamente.
Apple: Todo y la dificultad de desmontar el móvil, sí que podemos encontrar algunas piezas fáciles de cambiar: Batería, pantalla, botón táctil, altavoz, micro de oreja, cámara frontal y trasera. Aun así, por dentro hay mucha mezcla y es complejo, cosa que dificulta el cambio de algunas piezas como: altavoz, flex de carga, jack auricular.
Samsung: Es más difícil de desmontar que Apple, porque la mayoría de modelos se tiene que hacer por la pantalla y muchas veces es difícil hacerlo sin romper la pantalla. Algunos modelos se desmontan desde detrás y esto facilita el acceso a la parte de dentro. Un vezabierto es bastante sencillo cambiar muchas piezas: batería, pantalla, altavoces, cámaras, vibrador, botones.
Huawei y Xiaomi: Son dos modelos sencillos de desmontar porque se hace por la parte trasera, y así es más difícil romper la pantalla. Los dos han apostado por un montaje más sencillo y con componentes fáciles de cambiar: baterías, botones, pantalla, cámaras, altavoces, flex de carga, etc.
En Andròmines conocemos los diferentes modelos y disponemos de las herramientas adecuadas y un servicio de reparación de teléfonos móviles. Te animamos a visitar nuestras instalaciones del Bon Pastor:
La reparación o reutilización de aparatos electrónicos es la mejor manera de paliar los impactos negativos relacionados con la extracción de minerales, fabricación y tratamiento de residuos de los teléfonos móviles.
El apoyo de reparación de aparatos electrónicos es posible gracias a la colaboración de la Agencia de Residuos de Cataluña
Cuando rechazamos un aparato eléctrico o electrónico tenemos que tener en cuenta que contienen materiales potencialmente nocivos que contaminan el medio ambiente y la salud de las personas. La legislación de la Unión Europea controla el uso de determinadas sustancias químicas para disminuir estos riesgos, pero la generación de residuos eléctricos y electrónicos continúa suponiendo un gran problema por el mundo y por el continente europeo.
Para empezar, muchos de los minerales que se utilizan en la tecnología moderna provienen de países poco desarrollados y donde no se respetan los derechos humanos. En estos países existen conflictos armados y abusos constantes en los derechos humanos, y a pesar de que el Parlamento Europeo exige que los importadores europeos de minerales de tierras raras hagan comprobaciones de antecedentes de sus proveedores, la legislación no es suficiente, puesto que los productos finales que se transporten a Europa (como los móviles) otros países y que contienen este tipo de minerales, no están obligados a comprobar los antecedentes de los proveedores.
¿Cuántos residuos de aparatos eléctricos y electrónicos se generan en el mundo?
Cada año, se generan unos 50 millones de toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. La mayoría de estos aparatos se generan en Estados Unidos y Europa. De estos, sólo el 20% se recicla, el resto, acaba en vertederos, incineradoras o tratados de forma ilegal.
Específicamente en la UE, se recicla menos del 40% de los residuos eléctricos y electrónicos, agraviando la dependencia de recursos naturales provenientes otros países, puesto que Europa no dispone de los recursos naturales por la fabricación de estos aparatos. Esto se podría solucionar en gran medida recirculando los componentes de los productos de los cuales nos deshacemos y paliando los impactos negativos de estos aparatos.
¿Pero porque estos residuos tienen un impacto tan negativo?
Los productos eléctricos y electrónicos contienen una larga lista de componentes que son perjudiciales por la salud de las personas y por el medio ambiente: Mercurio, berilio, cadmio, retar dantes, etc. Es decir, una gran cantidad de metales pesados, toxinas y productos químicos. Cuando se manipulan durante su eliminación estos productos pueden afectar a la salud de las personas, al agua, el aire, etc., sobre todo, si no se tratan correctamente.
Además, los residuos incinerados contribuyen a la liberación de varios gases peligrosos, metales pesados y dióxido de azufre al aire, envenenando la fauna y las comunidades locales, que sufren cada vez más cáncer, diabetes, alteraciones hormonales, alteraciones de la piel, néuro toxicidad, daños renales, hepáticos y reproductivos, enfermedad de los huesos, y mucho más.
¿Cómo gestionamos estos residuos porque acaben en otros países?
Los residuos eléctricos y electrónicos no siempre acaban en las plantas de tratamiento, sino que se exportan en países en desarrollo o, a veces, se encuentran en vertederos no controlados.
A pesar de que las exportaciones de estos residuos son ilegales según el convenio de Basilea, existe una fina línea entre los productos de segunda mano y los residuos, puesto que en muchas ocasiones estos residuos se exportan en otros países con el hashtag de reutilizables o conjuntamente con equipos nuevos. Para verificar que no se trata de residuos, se tendrían que probar los equipos, pero esto es casi imposible porque los puertos europeos están intercambiando millones de contenedores, y tienen pocas personas para llevar a cabo estas investigaciones.
El caso de Agbogbloshie, Ghana.
Esta situación provoca que muchos de los aparatos eléctricos y electrónicos acabe en cementerios de otros países, como el de Agbogbloshie (Ghana), donde cada año acaban unos 5 millones de estos aparatos procedentes de Europa, Estados Unidos o China entre otros.
Con el tiempo, Agbogbloshie ha acabado siendo un vertedero ilegal de estos aparatos, y una fuente de ingresos por los más pobres, que tienen que soportar las malas condiciones del territorio por la extracción de metales. Estos materiales llegan como donaciones o declarado como producto utilizado para la reventa en el país, pero desde el Comisionado de la ONU por los Derechos Humanos critican que muchos comerciantes declaran los aparatos inutilizados como usados para evitar los elevados costes de reciclaje en los países de origen.
Prevención de residuos, disminución de la toxicidad de los aparatos y minería urbana como parte de la solución
El mejor residuo es aquel que no se genera, sirve, también, por los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Hay que disminuir nuestra generación de residuos de estos aparatos para disminuir los impactos negativos que generan. Por eso, no solo hay que cambiar nuestros hábitos de consumo, sino que las administraciones y las industrias tienen que trabajar para tener en el mercado aparatos que no tengan obsolescencia programada, fáciles de reparar, reutilizables y fáciles de reciclar. Hay que priorizar el eco diseño de los productos para disminuir los químicos y toxicidad de los productos y de recircular todos aquellos aparatos o componentes que no usamos o tiramos.
En definitiva, necesitamos poner en marcha la minería urbana, concepto que apareció a principios del siglo XX y que planteaba que las grandes ciudades pueden producir suficientes recursos secundarios por la producción a gran escala de materias primas, una ciudad convertida en una mina donde los espacios urbanos son fuente de materiales antropogénicos y que se pueden utilizar y reutilizar de manera cíclica.
Alargar la vida útil y reutilizar los componentes eléctricos y electrónicos
A raíz de la creciente problemática que supone la extracción de materiales, ¡la manufactura de móviles y el tratamiento de sus residuos desde Andromines impulsamos diferentes acciones de concienciación y de acción. Si tienes el móvil estropeado o te funciona muy lento y no tienes conocimientos suficientes para la reparación o acondicionamiento de este, nosotros disponemos de un servicio de reparación de teléfonos móviles. Te animamos a visitar nuestras instalaciones de Buen Pastor:
La reparación o reutilización de aparatos electrónicos es la mejor manera de paliar los impactos negativos relacionados con la extracción de minerales, fabricación y tratamiento de residuos de los teléfonos móviles.
Se estima que en 2021 se produjeron un total de 1.360 millones de unidades, un 9% más que el año anterior. Pero qué es el impacto ambiental y socioeconómico de una producción tan elevada?
La mochila ecológica de un smartphone.
El uso total de recursos durante la vida de un producto, desde la extracción hasta su disposición final, se conoce como mochila ecológica. La mochila ecológica de un smartphone es elevada, varía entre 40 y 80 kilogramos, muy mayor a su peso real. Para llegar a la fabricación de móviles actual han hecho falta mas de 500 millones de kilogramos. Esto nos hace preguntar, cuántos materiales podemos extraer en el planeta tierra por la fabricación de teléfonos móviles?
Una fuente limitada de recursos
Durante los siglos XX y XXI la extracción de minerales ha crecido exponencialmente. Este crecimiento es a causa del aumento exponencial del consumo de materiales y de materias primas. Se estima que, a pesar de encontrar nuevos yacimientos o mejorando la tecnología, el pico de producción de una parte de los recursos se podría conseguir antes de finales de este siglo. Concretamente, la demanda de al menos 14 materiales esenciales (plata, cadmio, cobalto, cromo, cobre, indio, litio, magnesio, níquel, plomo, platino, tolueno y zinc) podrían ser superior a las reservas que tenemos antes del 2050. De hecho, recientemente ya hemos sufrido una crisis de suministro en nuestro siglo: Durante el confinamiento de la crisis del COVID-19 la demanda global de productos electrónicos se dispararon y, esto, provocó que se agotaran puntualmente el suministro de microchips. Esto implicó que muchos aparatos eléctricos como coches, consolas y smartphones se agotaran, y nos tuviéramos que esperar semanas o meses para obtener nuestro producto.
A pesar de que actualmente el problema se ha atenuado, en un futuro se agraviará, puesto que el consumo de materiales actuales no es sostenible en un planeta finito y el agotamiento de materias primas puede comportar a la falta de componentes por la fabricación de aparatos eléctricos y electrónicos.
Los conflictos en todo el mundo
Además, la extracción de algunos minerales extraídos por la fabricación de móviles Por internet podemos encontrar diferentes gráficos que analizan los elementos que se utilizan para la fabricación de un smartphone. Aun así, existe poca información sobre el número real de elementos que se usan para la fabricación de los móviles, que se mantienen en secreto sobre las patentes, pero se estima que se utiliza más de 70 elementos de la tabla periódica. Conocemos que los principales metales por la fabricación de los smartphones son el cobre y el oro (por las conexiones), el tungsteno (por las resistencias), el tántalo (por los condensadores), el litio (por las baterías), el silicio (por los microchips) y el estaño por soldaduras.
Una gran mayoría de estos elementos se extraen a diferentes partes del mundo, sobre todo a países del sur, donde esta extracción provoca de forma directa o indirecto la muerte de personas y la contaminación del medio ambiente. Tanto es así que hoy en día conocemos 4 elementos que se usan en la fabricación de móviles como los minerales de zona de conflictos, 3TG (ten, tantalum, tungsten y gold), es decir, el estaño, el tántalo, el tungsteno y el oro, también conocidos como los minerales de sangre por las muertes directas e indirectas que provoca su extracción.
A pesar de que el 1 de enero de 2021 entró en vigor en todo Europa una nueva legislación con el objetivo de contribuir a regular el comercio de estos minerales, la legislación solo afecta a las empresas situadas en la parte inferior de la cadena de suministro, es decir, a las que extraen, transforman y refinan las materias primas y a las que importan productos en la fase del metal. La legislación no afecta en los productos acabados (como pueden ser los móviles), como hacen la gran mayoría de las empresas europeas.
Los problemas en la salud
Una gran parte de los impactos ambientales y socioeconómicos generados por los teléfonos móviles provienen de la extracción de minerales, la fabricación y el tratamiento de su residuo. Concretamente con los problemas a la salud, los trabajadores que se dedican a recuperar los materiales de los teléfonos móviles con condiciones laborales precarias, se exponen además de 1.000 sustancias peligrosas. Esta situación se agravia cuando la exposición se sobre grupos vulnerables como mujeres embarazadas, donde los residuos electrónicos puede suponer problemas por el feto o, los niños, donde la exposición supone cambios en la función pulmonar, efectos respiratorios, daños en el ADN, deterioro en la función tiroides y mayor riesgo a algunas enfermedades crónicas como el cáncer o enfermedades cardiovasculares.
Estos impactos se generan mayoritariamente en países pobres, agraviado por el transporte de residuos eléctricos y electrónicos que se hace desde los países ricos.
Alargar la vida útil y reutilizar los componentes eléctricos y electrónicos
A raíz de la creciente problemática que supone la extracción de materiales, la manufactura de móviles y el tratamiento de sus residuos desde Andròmines impulsamos diferentes acciones de concienciación y de acción! Si tienes el móvil estropeado o te funciona muy lento y no tienes conocimientos suficientes para la reparación o acondicionamiento de este, disponemos de un servicio de reparación de teléfonos móviles. Te animamos a visitar nuestras instalaciones de Buen Pastor:
La reparación o reutilización de aparatos electrónicos es la mejora manera de paliar los impactos negativos relacionados con la extracción de minerales, fabricación y tratamiento de residuos de los teléfonos móviles.
Ya tenemos aquí la Semana Europea de Prevención de Residuos. Del 20 de noviembre al 28 de noviembre de 2021 habrá un montón de actividades encaminadas al reciclaje, la reutilización y el consumo responsable. Este año sí: Volvemos sin restricciones ni confinamientos!
Desde Andròmines nos dedicamos todo el año, no hay que esperar una semana en el año para volverse ecologista. Pero si que esta semana sirve para proyectar y visibilizar las necesidades en la prevención de los residuos. Cuando menos, destacar el acuerdo de mínimos y más que insuficiente de la Cumbre del Medio Ambiente en Glasgow COP26.
Este año la Semana de Prevención Europea pone la enfasis al binomio comunidad circular y comunidad sostenible. Trabajar conjuntamente por un planeta con residuos cero. Hace falta más que nunca sensibilización, consumo responsable y evitar la cultura desechable. Y esto se consigue con la reutilización y la preparación para la reutilización.
El objetivo de la Semana de Prevención Europea es dar a conocer las estrategias de reducción de residuos de la Unión Europea y de sus Estados miembros. Fomentar las acciones sostenibles y hacer público las tareas que se llevan a cabo para prevenir la reducción de los residuos. Y el más importante, cambiar los hábitos y el comportamiento de los consumidores, haciéndolos mucho más sostenibles y comprometidos con el Medio Ambiente. La Semana de Prevención Europea cuenta con el apoyo de la Comisión Europea y fijan los objetivos siguientes:
Dar a conocer las estrategias de reducción de residuos y la política de la UE y los estados miembros.
Fomento de acciones sostenibles por la reducción de los residuos.
Hacer público las tareas realizadas por los diferentes actores y agentes en materia de medio ambiente.
Hacer cambiar el comportamiento cotidiano de la ciudadanía europea en relación a la producción y consumo.
Andròmines este año 2021 participa con actividades de prevención y reducción de residuos que son las siguientes:
Esta campaña consiste en el cálculo del total de emisiones de dióxido de carbono que se evitan al comprar productos reutilizados. Estamos evitando el nuevo proceso de producción/fabricación del producto. A través de la red AERESS y sus integrantes con más de 40 tiendas especializadas de productos recuperados y/o reutilizados, muestramos a los clientes las emisiones de dióxido de carbono que se evitan al comprar productos reutilizados.
Reutilizar más, echar menos es una campaña coordinada por RREUSE, Red Europea de Entidades Sociales dedicadas a la reutilización, reparación y reciclaje. La campaña te como finalidad unir los esfuerzos de todas las entidades participantes, aportando los datos de las cantidades de residuos recuperados en los centros de preparación por la reutilización y reciclaje. En la nuestro tienda se explicará a los clientes el motivo de la campaña enmarcada dentro de la Semana Europea de Prevención de los Residuos y los beneficios ambientales derivados de la acción, donación o compra.
– Recicla los libros, una segunda oportunidad.
En la Deixalleria municipal de Montcada i Reixac el contenedor de papel/cartón se llena siempre de libros en buen estado y que pueden ser reutilizados. Consiste que aquellos libros en buen estado y objetos de ser reutilizados, antes de acabar al contenedor para su reciclaje, otras personas los puedan reutilizar.
Des de hace unas décadas, en Cataluña se controla los volúmenes de generación y de recogida de residuos por cada tipología. De esta manera, cada municipio puede desarrollar acciones concretas para reducir la generación de ciertos residuos o puede realizar planes o campañas de sensibilización enfocadas en fracciones concretas y así conseguir cumplir los objetivos de las respectivas leyes.
En el año 2020, la recogida selectiva en Cataluña llego a un 45,9% (Agència de Residus de Catalunya), y la recogida selectiva bruta de envases ligeros fue de 183.365 toneladas .
Pero, ¿qué pasa con los residuos municipales una vez se recogen selectivamente?
En general, los residuos que se recogen selectivamente implican una mejor gestión y tratamiento de estos i, a la vez, un menor coste para el ciudadano.
El tratamiento depende de cada fracción de residuos. Por ejemplo, el destino de la materia orgánica del contenedor marrón son plantas industriales de compostaje con el objetivo de reducir el material y obtener un material estabilizado como compost. El vidrio, aunque es un material fácilmente reutilizable, cuando se recicla se obtiene vidrio triturado que se utiliza para formar vidrio otra vez. Otros materiales que se recogen por otras vías, como aparatos electrónicos, muebles o aparatos pequeños que se llevan al punto verde, también tienen su vía de gestión.
Por lo tanto, es muy importante que, si no podemos reducir nuestra generación de residuos domésticos (muchas veces porque no tenemos la opción por parte de los productores y los distribuidores como las cadenas de alimentación), los residuos que generemos se tiren en el contendor correcto o llevarlos al punto indicado para recuperar y recircular nuestros recursos.
¿Qué pasa con los envases ligeros?
Las cifras estadísticas cuentan como envases reciclados aquellos que han sido separados en las plantas de selección en balas de diferentes materiales y vendidas a empresas recicladoras. A partir de aquí, es más difícil seguir la pista. Algunos destinos de los materiales son:
– De los tetrabriks (compuestos de 3 materiales diferentes: Plástico, aluminio y cartón) solo se recupera el cartón que representa el 75% de todo el material. El resto, un 25% de polietileno y aluminio, acaban en vertederos industriales. (eldiaro, 2019)
– Los materiales férricos y no férricos como el aluminio, son fácilmente reciclables.
Los otros envases ligeros, las plantas de separación los agrupa en balas de diferentes categorías i, estas balas, son subastadas entre diferentes empresas para reciclar el material.
En este punto, es necesario mencionar que existen en el mercado diferentes tipos de plásticos y, cuando se separan en las plantas de triaje, no todos los categorizados individualmente.
¿Qué pasa con los plásticos una vez dejan la planta de triaje?
Todas aquellas balas que estén separadas solo con un material plásticos, tienen la potencialidad de convertirse en material reciclado de calidad alimentaria. Por ejemplo, las empresas recicladoras de plástico PET convierten el 45-50% en material de calidad alimentaria (ENT, 2021).
Contrariamente, si los diferentes tipos de plásticos se agrupan en una sola categoría, o esa categoría contiene impropios u otras peculiaridades, este material se reciclarán en el mejor de los casos para otras aplicaciones (downcycling). Es por eso, que es muy importante que utilicemos los contenedores correctamente a la hora de separar nuestros residuos. Si tiramos nuestros envases ligeros al contenedor amarillo, será más difícil que el material se ensucie con oros productos (comida, polvo, pañales, etc) i se podrá conseguir una separación de plástico de calidad.
Según los datos del informe Changing trends in Plastic waste trade: Plastic waste shipments report publicado por Zero Waste Europe en el año 2018, las empresas de reciclaje de residuos plásticos se centran en el PET y el PEAD. El resto de materiales plásticos, tienden a exportarse a otros países. Este mismo estudio estima las exportaciones de plásticos de España en 318.926 toneladas (de todo tipo de plástico, no solo de envases de plástico).
Pero, ¿se pueden exportar residuos plásticos a otros países?
Lo cierto es que tenemos una gran dependencia de las exportaciones. Europa exporta aproximadamente el 40% del plástico recogido selectivamente.
La legislación de la Unión Europea clasifica los residuos plásticos como no peligrosos, por lo tanto, se pueden exportar a otros países que no pertenecen a la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) siguiendo el procedimiento del Reglamento, donde la importación no esté prohibida por los países de destino y donde estas exportaciones no signifiquen la incineración o el vertido de estos residuos.
Aun así, existe una gran incertidumbre sobre qué pasa con los residuos en los países importados y una gran parte de estos plásticos pueden acabar en vertederos, incinerados u otros destinos. Por lo tanto, transportados ilegalmente con grandes perjuicios para el medio ambiente, la salud de las personas y aumentando la brecha social y ambiental entre los países ricos y pobres.
¿Cuál es la solución?
En Europa, la producción de plásticos se utiliza en mayor medida para la industria alimentaria y el embalaje (40%), bienes de consumo y hogar (22%), construcción y edificación (20%) y para el sector del automóvil (9%) entre otros (Comissió Europea). Por lo tanto, a más a más de disminuir notablemente el uso intensivo que hacemos de estos materiales sobre todo en el sector de la alimentación, existen otras oportunidades que podrían suponer cambios positivos:
Rediseñar plásticos o envases de plásticos más durables, reutilizables, reparables, fáciles de reciclar y eliminar substancias tóxicas que se utilizan en los plásticos.
Mejorar la gestión de los residuos plásticos con una buena separación en origen y de alta calidad.
Cumplir la legislación vigente y fortalecer y regular nuevas leyes para evitar las exportaciones ilegales de los residus plásticos.
Es necesario una implicación de todas las partes que están involucradas en el proceso de producción y reciclaje del material. Para poder transitar hacia una economía circular, se tiene que dejar de actuar individualmente, des de los productores, rediseñando sus envases para potenciar la reciclabilidad real, hasta los recicladores, donde la recogida y clasificación de los residuos marcará la calidad del producto.
Precious Plastic, otra manera de gestionar los residuos plásticos
Los graves impactos ambientales y el incremento de la brecha social y económica que provoca el actual sistema de gestión de los residuos plásticos ha supuesto recientemente una gran inquietud para Andróminas y la fábric@,
Es por eso, que este año nos hemos unido a la comunidad de Precious Plastic, con el objetivo de poder ayudar a encontrar una solución a la gestión de estos residuos.
Somos conscientes que el proyecto de Precious Plastic o soluciona de fondo el actual problema, pero ayuda a sensibilizar a la población en el uso y el sobreuso de los plásticos y enseña un proceso de reciclaje más local y transparente. En una primera fase, el proyecto ha realizado una formación a jóvenes en riesgo de exclusión social y ha realizado diferentes talleres de sensibilización ambiental a escuelas y otros eventos.
Actualmente, el proyecto tiene dos máquinas (una trituradora y una extrusora) para poder crear nuevos materiales a partir de residuo plástico. El proyecto se inicia con la recuperación de PE, pero el objetivo es poder transformar en nuevos materiales todo tipo de plástico puesto en el mercado y obtener un total de 4 máquinas de código abierto gracias a la iniciativa de Precious Plastic.
Queremos que los materiales que se realicen dentro del proyecto sean materiales útiles, durables y de calidad. A más a más, controlaremos los flujos de entrada y salida de todos los residuos plásticos para poder dar a conocer la trazabilidad de nuestro sistema.
Sabemos que el proyecto no muestra una solución a la problemática del plástico, pero sí que ayuda a concienciar y generar un cambio de hábito para reducir el uso de los plásticos, sobre todo aquellos más difíciles de reciclar. Con nuestros talleres queremos empoderar a la ciudadanía sobre conocimientos más concretos en el proceso de reciclaje de los diferentes productos plásticos y así poder decidir las opciones que generen menos impacto ambiental a la hora de hacer una compra. También queremos mostrar que es posible transformar los residuos plásticos en productos a través de un proceso más transparente y de ámbito local, pero que hace falta una mayor implicación por parte de los sectores económicos y por parte de la administración.
*Reglamento (CE) nº 1418/2007 del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a relativo a la exportación, con fines de valorización, de determinados residuos enumerados en los anexos III o IIIA del Reglamento (CE) no 1013/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, a determinados países a los que no es aplicable la Decisión de la OCDE sobre el control de los movimientos transfronterizos de residuos
Gestionar el Consentimiento de las Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas).
Puedes aceptar las cookies haciendo clic en el botón «Aceptar», configurarlas en el botón «Preferencias», rechazar su uso en «Descartar» o ver más información en la
Funcional
Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin una requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de su proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarlo.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.